Luego de dos años de espera, en que no faltaron ni la incertidumbre ni las frustraciones de muchos, el jueves pasado se reanudaron las obras para la construcción del brazo Aña Cuá de Yacyretá. El acto fue considerado histórico, porque con la puesta en marcha de esa ampliación no solo se podrá producir más energía para los países socios, sino que centenares de familias se verán beneficiadas con el trabajo del millar de obreros que volverán a ganar dinero.