El ministro de Economía concedió su primera entrevista a fondo del año y no dejó tema sin tocar con LA REPÚBLICA.
Fuente: La Republica
  
Aseguró que ser candidato a Presidente “no está en su horizonte”.
 
Evitó volver sobre el consabido debate de la administración de Raúl Sendic y señaló que “no vale la pena” reiniciar esa discusión”.
 
“Mi posición es conocida y la mantengo. Pero nuestro equipo no se paraliza”, sentenció el jerarca, y agregó: “Queremos asegurar su sostenibilidad y su aporte al desarrollo nacional. Pero hacen falta muchos cambios”.
 
El ministro consideró que Uruguay tiene que encarar y resolver, cuatro grandes problemas para asegurar un próximo salto hacia adelante en su camino hacia el desarrollo.
 
Primero: grandes inversiones estratégicas, públicas, público-privadas y privadas. “Como el paquete de las obras de infraestructura que está en marcha; la planta regasificadora y su impacto sobre otros sectores de la economía, como el riego y las industrias de alto consumo energético”.
 
Segundo: una imprescindible apertura al mundo que reclama nuestro país. No hay ninguna, absolutamente ninguna posibilidad de seguir creciendo en base al mercado interno o exclusivamente recostados en la región”.
 
Tercero: Lograr avances imprescindibles en la educación, a todos los niveles.
 
Cuarto: la valorización de la política, porque “no todo se arregla ni debe arreglarse con dinero. Hace falta que la gente, el pueblo frenteamplista y todos los ciudadanos, sientan la política más próxima, más vinculada a sus vidas, más propia”.
 
– El año inició muy movido en materia económica: las noticias que vienen del exterior siguen sin ser buenas y, a nivel interno, las previsiones de crecimiento no se cumplieron y la oposición acusa al gobierno de aplicar un “tarifazo”, ¿Qué debemos esperar para el resto del año?
 
Es claro que, en muchos aspectos, enfrentamos condiciones económicas externas más adversas que en el pasado. Los precios de muchos de nuestras exportaciones han disminuido, la demanda regional y, también, extra regional no se ha recuperado, persiste la incertidumbre financiera a nivel global … en fin, la lista es larga y, creo, conocida.
 
Tengo confianza en nuestra capacidad de consolidar los logros y, teniendo en cuenta los nuevos desafíos, continuar avanzando. Y cuando digo “nuestra capacidad” aludo a la del gobierno pero también, y fundamentalmente, a la de la sociedad en su conjunto.
 
¡Y vaya si los uruguayos, y nuestros tres gobiernos, hemos dado muestras de nuestra capacidad de superar dificultades! Para avanzar debemos ser conscientes del camino recorrido. Me refiero, por ejemplo, a la capacidad que demostramos para consolidar más de diez años de logros y desplegar grandes transformaciones superando la pesada herencia económica y social producto de la crisis de 2002 o a cómo superamos los impactos de la crisis financiera global en 2008-2009.
 
– Es decir, ¿Ud piensa que la gente debe tener confianza en las autoridades y conformarse con los logros, como dice, alcanzados?
 
No, de ninguna manera. Digo, es más, afirmo, que debemos ser conscientes de las dificultades para superarlas, que tengo plena confianza en nuestras capacidades y que debemos seguir progresando. Logramos superar el pesimismo que tantas veces nos paralizó como nación pero, también, debemos enterrar cualquier atisbo de autocomplacencia. Simplemente, pero con firmeza, agrego que los atajos son peligrosos, sobre todo cuando las condiciones externas son difíciles.
 
– Las previsiones de crecimiento, no se cumplieron, y muy probablemente el Uruguay estará creciendo por debajo del 2%.
 
Las condiciones económicas regionales e internacionales, es notorio, sufrieron un progresivo y sistemático deterioro a lo largo del año pasado. En cualquier caso, obsérvese que, hasta hace no mucho tiempo, estaba establecido que el Uruguay crecía a una tasa que era el promedio de Argentina y Brasil. Eso significa que si no hubiéramos procesado el conjunto de transformaciones que nos permiten tener confianza en la continuidad del progreso, habríamos caído en una importante recesión, que fue lo que sucedió, y lamentablemente continuará sucediendo en 2016, en la región.
 
En cualquier caso, y sobre la base de las fortalezas y la confianza que hemos sabido construir, y si mantenemos el rumbo y continuamos comprometidos con las transformaciones en curso, seguiremos creciendo.