“Si se alcanzaran los objetivos, los motores de celdas de combustible podrían propulsar un avión de cien pasajeros con una autonomía de unas 1.000 millas náuticas”, señalan en la compañía, que espera poner una nave en servicio con esta tecnología para el año 2035.
Hacia mediados de la década, señalaron desde la compañía, se comenzará a probar en tierra y en vuelo esta arquitectura de motor de celdas de combustible a bordo del avión de demostración ZEROe. Actualmente, además, la nave de pruebas A380 MSN1 está siendo modificada para que pueda llevar tanques de hidrógeno líquido y los sistemas de distribución asociados.

«Las celdas de combustible son una potencial solución para ayudarnos a alcanzar nuestra ambición de cero emisiones netas. Nuestro foco está puesto en el desarrollo y prueba de esta tecnología a fin de entender si es factible y viable para la entrada en servicio del avión de cero emisiones en 2035», dijo Glenn Llewellyn, vicepresidente de Aeronaves de Cero Emisiones de Airbus.

Agregó que “a escala y si se alcanzaran los objetivos tecnológicos, los motores de celdas de combustible podrían propulsar un avión de cien pasajeros con una autonomía de aproximadamente 1.000 millas náuticas. Al continuar invirtiendo en esta tecnología, nos damos opciones adicionales que apoyarán nuestras decisiones sobre la arquitectura de nuestro futuro avión ZEROe, cuyo desarrollo pretendemos lanzar entre los años 2027-2028”.

H2 en aviones

Airbus identificó el hidrógeno como una de las alternativas más prometedoras para propulsar un avión de cero emisiones, porque no emite dióxido de carbono cuando se genera a partir de energías renovables, siendo el agua su subproducto más importante.

Desde el consorcio, resaltaron que existen dos formas de utilizar el H2 como fuente de energía para la propulsión de aviones. “Primero, a través de su combustión en una turbina de gas, y segundo, utilizando celdas de combustible para convertir el hidrógeno en electricidad con el fin de alimentar un motor de hélice. Una turbina de gas de hidrógeno también puede acoplarse con celdas de combustible en lugar de baterías, en una arquitectura híbrida-eléctrica”, indicaron.

Cabe destacar, asimismo, que las baterías de combustible de H2, en especial cuando se apilan, aumentan su potencia, permitiendo escalabilidad. “Adicionalmente, un motor alimentado por celdas de combustible de hidrógeno no produce emisiones de NOx o estelas de condensación, por ende, ofrece ventajas adicionales para la descarbonización”, puntualizan en la compañía.

Airbus lleva tiempo explorando las posibilidades de los sistemas de propulsión con este tipo de tecnología. En 2020 creó Aerostack, una empresa conjunta con ElringKlinger, firma con más de 20 años de experiencia como proveedor de componentes y sistemas de celdas de combustible.

En diciembre de 2020, el consorcio europeo presentó su concepto de cápsula que incluía seis sistemas de propulsión de celdas de combustible extraíbles.

Fuente: EI