Pese al esfuerzo del gobierno y las empresas de energía por reducir la generación a carbón de la matriz eléctrica de Chile, existe una serie de factores que no permitirán que esto suceda en al menos unas tres décadas.
Fuente: El Mercurio
   
Según un reciente informe de Banco Santander, la matriz energética del país seguirá dependiendo del carbón en gran medida, tanto así que de aquí a 2034 se vislumbra la salida de sólo 17 centrales térmicas, que representan unos 2.495 MW y a un 46% del total de este tipo de fuentes que hay a la fecha.
 
Aún más, en el cronograma que se encuentra trabajando el Ministerio de Energía en conjunto con las empresas generadoras -y que será presentado en las próximas semanas-, se tendrá que considerar hasta un 11% de participación de fuentes a carbón para la matriz total de 2046, todo esto en un escenario alcista para la penetración de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC).
 
Y es que actualmente existen en Chile 13 recintos que llevan menos de 10 años desde su entrada en operación, por lo que les restan como mínimo, dos o tres décadas más dentro de su vida útil. En ese escenario, el reporte del Banco Santander estima la salida de operación de las demás centrales, panorama que se encuentra en línea con las emisiones que generan cada uno de estos recintos.
 
“En nuestros nuevos modelos, estamos sacando del sistema las instalaciones de carbón ineficientes y reemplazándolas con ERNC (eólica y solar). Observamos una correlación positiva entre las instalaciones que se retirarán primero con la cantidad de emisiones de CO2 por cada MWh”, se explica en el reporte.
 
La proliferación de las centrales a carbón en la última década coincide con el corte del suministro de gas argentino, el alza en el precio del petróleo y la prolongada sequía, por lo que las empresas aún deben rentabilizar sus inversiones, la que se calcula entre unos US$ 3 y US$ 4 millones por MW.
 
“Hay un tema de ambición por llegar a la meta y hay un deseo común de que esto sea lo más rápido posible, pero hay que resolver algunos temas de carácter técnico y otros que tienen que ver con contratos. En los últimos desarrollos de proyectos a carbón hay contratos que han financiado las máquinas generadoras de buen rendimiento, eficiente e incluso económica respecto a otras alternativas”, dice Francisco Aguirre, director ejecutivo de Electroconsultores.
 
Por su parte, el director de Systep y académico de la Universidad Católica, Hugh Rudnick, agrega que “hay que hacerse el ánimo de que los plazos que estamos considerando son bastante extensos y cumplen por varias décadas, eso porque tenemos una gran capacidad de generación a carbón que debe ser reemplazada, grandes volúmenes de potencia con centrales recién terminadas, que tomarán un cierto tiempo, porque las alternativas no son económicamente suficientes”.
 
Enel corre con ventaja
 
En las estimaciones realizadas por el Santander, se pone a Enel Chile como la generadora que se encuentra en la mejor posición para hacer frente a esta nueva realidad, esto, gracias a que tiene la matriz de generación más competitiva del mercado con una carga base flexible y gran capacidad instalada de ERNC, además de “un negocio de cartera de contratos estable y oportunidades de crecimiento en el negocio de distribución que compensan con creces cualquier cambio potencial en los rendimientos regulados”.
 
Para el caso de Engie, la primera firma en anunciar el cierre de dos de sus unidades a carbón, se destaca que su balance debería permitir reconvertir gradualmente la mayoría de sus instalaciones ineficientes actuales en ERNC, todo esto aprovechando la experiencia que tiene su matriz en estos procesos. Asimismo, se advierte que Colbún enfrentará el vencimiento del 40% de su base contractual a 2025, lo que pone presión a la firma para obtener nuevos contratos.