Siempre ha existido la posibilidad de que ciertos consumidores con tarifas reguladas y de tamaño intermedio puedan negociar directamente los precios cuando compran electricidad, ya que los grandes industriales y mineros han estado obligados ha contratar libremente. 
Fuente: La Tercera
  
Pero con la actualización de la Ley 20.805 se dio un cambio fundamental cuando se redujo la frontera de quienes pueden tomar esa opción, dejándolo entre los que, cuya potencia conectada sea igual o superior a 500 KW, hasta 5.000 KW.
 
Este segmento se ha hecho cada vez más interesante para los consumidores, pudiendo encontrar precios de hasta US$50 el KWh, bastante menos que los contratos firmados entre generadores y empresas distribuidoras para clientes regulados que, a enero de 2018, llegaba a US$83,0 KWh para el Sistema Eléctrico Nacional.
 
Por otro lado, los “clientes libres” son muy atractivos para las generadoras. Según el Coordinador Eléctrico Nacional, el total de las ventas del Sistema Eléctrico Nacional en el 2017 fue de 68.268 GWh. De esta cifra, las ventas sólo a clientes libres fueron de 34.550 GWh, lo que representa un aumento de 11,9% con respecto al 2016.
 
“Nunca había sucedido una migración tan fuerte de regulados a libres. Muchos seguirán prefiriendo estar en el área regulada, porque en el pasado era un precio favorable comparado con el libre. Pero ahora está pasando lo contrario”, comenta Francisco Aguirre, director ejecutivo de Ingenieros Electroconsultores y agrega: “Esto claramente ha provocado un terremoto a nivel de clientes regulados, así como en el negocio de la distribución, aunque aún hay muchas empresas que aún prefieren esta última modalidad, porque no tiene capacidad de negociación o de asesoría”.
 
“Para los clientes ha significado acceder a mejores condiciones de precios en sus cuentas de electricidad, mientras que para las generadoras, ha sido una interesante oportunidad de crecimiento y de sumar nuevos clientes a su cartera”, indican desde Colbún.
 
La batalla
 
Claramente esto ha generado además una batalla entre las generadoras, la que, según una publicación de PULSO, fue ganada por Enel, que a través de Enel Generación logró firmar contratos con 112 clientes por 3.600 GWh, mientras que la filial de distribución del holding sumó otros 61 contratos por 1.000 GWh.
 
En términos de captación de clientes libres, en segundo lugar estaría AES Gener, al haber declarado la firma de unos 37 contratos por 2.430 GWh, de los cuales un 34% correspondía a clientes mineros y 66% a clientes comerciales e industriales. Mientras que su filial Guacolda firmó 53 contratos por 1.370 GWh, 41% de los cuales correspondieron a clientes industriales.
 
Por su lado, Colbún, declaró haber firmado contratos por 1.600 GWh con clientes libres, al igual que la renovable Acciona que, según fuentes del sector rondaría los 1.200 GWh.
 
Sin embargo, desde el sector indican que aún hay cosas que deberían cambiar. “Nos parece importante avanzar hacia regulaciones que nivelen la cancha y mejoren las condiciones de competencia e información en el segmento de los nuevos clientes libres, para que todos los potenciales clientes que puedan elegir su suministrador de energía lo puedan hacer en las mejores condiciones y con acceso a las distintas alternativas que existen en el mercado, en especial en aquellas áreas donde hoy las distribuidoras tienen sus concesiones”, explican desde Colbún.
 
Nuevos mercados
 
Pero el nuevo panorama de mayor crecimiento de clien- tes libres también ha incrementado las expectativas de quienes implementan nuevas plantas de generación energética, especialmente en el área de las renovables.
 
Además, el cambio de mercado está generando que muchas empresas medianas e incluso pequeñas, se junten para llegar a los 500 KW. “Ya hemos visto edificios, condominios y muchas empresas de menor tamaño que están negociando directamente con los generadores. Esto también ha motivado a las compañías de energías renovables, que, debido al origen de su energía, no requieren incurrir en grandes costos de inversión de la materia prima para producir energía, ya que la reciben directamente, como es el caso de la solar o eólica”, indica Francisco Aguirre. Pero advierte que de todas formas esas nuevas generadoras deben ser cautas, porque deben asegurarse una importante cantidad de clientes para recuperar su inversión.
 
Por su parte, en Colbún indican: “Lo que ha ocurrido en los últimos meses es que hay una gran cantidad de empresas industriales y de otros rubros, tales como viñas, supermercados, edificios de oficinas (con consumos por sobre los 500 KW), que se han dado cuenta que al optar por un régimen libre, pueden acceder a un ahorro en sus cuentas de electricidad respecto de si se mantuvieran como un cliente con tarifas reguladas”.
 
Esto, claramente, tomando en cuenta los bajos precios que está teniendo actualmente la energía.
 
Tipificación según la Ley General de Servicios Eléctricos
 
Uno de los criterios generales de la Ley es la libertad de precios en aquellos segmentos donde se observan condiciones de competencia.
 
El marco regulatorio de tarifas de electricidad en Chile establece dos tipos de clientes: los Libres, quienes pueden negociar directamente su tarifa con el proveedor, y los Regulados, sujetos a tarifas fijadas por el Estado.
 
Los regulados responden a suministros a usuarios finales cuya potencia conectada es inferior o igual a 5.000 kW. La regulación vigente define que el proceso de contratación entre las empresas concesionarias de distribución y las generadoras, para efectos de abastecer la totalidad de la demanda, se desarrolla a través de procesos de licitación de suministro.
 
Por otro lado, los clientes libres son aquellos suministros a usuarios finales cuya potencia conectada es superior a 5.000 kW, para los cuales la Ley dispone la libertad de precios. Corresponden a grandes consumos como el sector minero, agrícola, y otros que cuenten con un consumo intensivo de electricidad.
 
Adicionalmente, la Ley, en su artículo 147°, indica que aquellos suministros cuya potencia conectada se encuentre entre los 500 kW y los 5.000 KW podrán optar a cuál régimen adscribirse (libre o regulado) por un período de 4 años. Generalmente son de tamaño medio y provienen de rubros tan heterogéneos como: pequeñas industrias, universidades, productores de alimentos y bebidas, viñas, fábricas de muebles y molinos, entre otros.