La calificadora de riesgo sostiene que la situación nacional es estable, pero ofrece un “entorno operativo desafiante”, con un sistema regulatorio “exigente”.
FUENTE: PÁGINA SIETE

La calificadora de riesgo Fitch Ratings observa síntomas de desaceleración económica en el ámbito nacional y advierte del deterioro en la cartera de las entidades de intermediación financiera. En el informe denominado Situación y perspectivas del sistema financiero de intermediación, la calificadora advierte que, a pesar de que la situación macroeconómica local es estable, se perciben indicios de desaceleración en la economía. “La situación macroeconómica es razonablemente sólida; sin embargo, la economía presenta síntomas de desaceleración, con un menor crecimiento económico”, se detalla en el documento. Para sustentar su tesis, Fitch evaluó la situación fiscal, el tipo de cambio, inflación y otros.

“Se registran déficits gemelos en la balanza comercial y en las cuentas fiscales; asimismo, se mantiene la orientación expansiva de la política monetaria en un contexto de inflación moderada con base en un tipo de cambio estable”, apunta el estudio. Asimismo, la institución toma en cuenta en su análisis el estado de las Reservas Internacionales Netas (RIN) y su tendencia. “Las reservas internacionales registraron una significativa reducción en los últimos años; sin embargo, aún permiten una importante flexibilidad hacia adelante”, se menciona.

El presidente Evo Morales en su mensaje del 22 de enero destacó que Bolivia lideró el crecimiento económico. En 2017 cerró con 4,2%, este año se espera superar la tasa por el alza del precio del petróleo, que está por encima de 50 dólares, lo que puede dar pie al pago del doble aguinaldo.

Sistema bancario En su evaluación del sistema bancario, Fitch hace notar que la cartera de créditos crece por encima de la economía, pero presenta “bajos pero crecientes niveles de mora y reprogramación”. Además, da cuenta de que la velocidad de colocación de créditos en algunas entidades de intermediación presenta potenciales riesgos para el futuro. Otra de las “señales de alerta” que detectó Fitch son los niveles de capitalización relativamente ajustados. “El coeficiente de adecuación patrimonial (CAP) del sistema financiero (boliviano) es uno de los más bajos de la región y podría enfrentar presiones en una coyuntura de desaceleración económica”, afirma.

También anota la reducción de la liquidez del sistema financiero, ante el menor dinamismo de la economía local. Sostiene que el nivel de retorno es razonable, pero a la baja del sistema financiero nacional. “El retorno baja, por un margen financiero con tendencia decreciente”, explica en el informe. Para la calificadora de riesgo, Bolivia ofrece un “entorno operativo desafiante”, en el que el sistema regulatorio es exigente, porque define asignaciones mínimas de cartera y techos de precios para los sectores productivos y de vivienda de interés social, lo que, en su opinión, genera una mayor presión para competir. La semana pasada el Ministerio de Economía informó que los bancos Unión y Fassil alcanzaron la meta de cartera de crédito productivo y de vivienda social.

De acuerdo con la Ley de Servicios Financieros, promulgada en 2013 y reglamentos, en un lapso de cuatro años los bancos múltiples deben mantener un mínimo de 60% de su cartera entre créditos productivos y de vivienda de interés social; el plazo para lograrlo vence este año. A las otras 10 instituciones financieras sólo les falta entre siete puntos y un punto para cumplir el objetivo. Hasta enero, la cartera de créditos del sistema financiero llegó a 21.569 millones de dólares, un 12,5% más que en 2017. La mora se incrementó de 1,7% a 1,9%, debido a los préstamos destinados para el sector de comercio y servicios.

En el caso de la cartera de créditos de vivienda de interés social, que incluye créditos nuevos y renegociados, hasta enero se canalizaron 2.440 millones de dólares, un 42,9% más que en 2017. Las perspectivas Presión “Los márgenes financieros seguirán presionados con mayor cartera regulada (...). La competencia en el mercado en general se mantendrá muy agresiva”, menciona el documento de Fitch Ratings. Esfuerzos La calificadora prevé que las entidades de intermediación financiera tenderán a modernizar sus procesos, para mejorar sus niveles de eficiencia. Tensión “La principal fuente de capitalización del sistema financiero proveniente de las utilidades seguirá en descenso”, según Fitch. Descalces La institución cree que se pueden generar descalces de tasas de las entidades que prestan para vivienda de interés social, debido a las tasas fijas a largo plazo. Los bancos grandes se adaptan mucho mejor al nuevo contexto En opinión de Fitch Ratings, las entidades financieras de mayor tamaño o flexibilidad son las que mejor están adaptándose al nuevo contexto económico y operativo del país. “En un entorno de alta competencia son las tasas de interés las que dominan las estrategias de competencia para la colocación crediticia.

Por el lado de las captaciones de depósitos, favorece a una red de puntos de atención amplia y oferta de servicios financieros”, detalla el informe. Fitch realizó pruebas para simular diversos escenarios de incremento del nivel de mora y de previsiones y sus efectos. En general el sistema soportó deterioros importantes en la cartera, gracias a los “colchones” de previsiones con lo que cuentan la mayor parte de las entidades, señala en su evaluación la calificadora de riesgo.