Oscar Ortiz advirtió que la paralización de la Planta de Urea y Amoniaco generará millonarias pérdidas al Estado y lamentó contradicciones de autoridades de gobierno para brindar explicación sobre las causas de la suspensión de actividades productivas.
FUENTE: EL MUNDO

Sostuvo que los argumentos expuestos por autoridades solo ratifican que en realidad hubo una producción inicial de dos o tres semanas, utilizando el 30% de la capacidad instalada, para luego paralizar operaciones. Estimó una pérdida de 300 a 800 mil dólares diarios y reveló que algunos especialistas prevén una parálisis de al menos dos semanas sin producir urea.

Lamentó que el presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, haya salido en forma agresiva a socapar a los funcionarios de YPFB, en vez de dar una explicación satisfactoria a la opinión pública y pedir una investigación. Dijo que es de esperar que el presidente Evo Morales, cuando retorne al país de su gira por Europa, ordene una auditoría técnica para que “dejen de contarle cuentos a la población” sobre las verdaderas causas de esta parálisis, a tres meses de haber iniciado operaciones de manera oficial.

El opositor advirtió que este es un problema serio para el país porque desde el 14 de septiembre, solo han producido 32 mil toneladas de urea que equivale a 15 días de trabajo de la planta, siendo que su capacidad es de 2.200 toneladas diarias.

Recordó una serie de contradicciones que surgieron tras su denuncia y citó que el viernes 8 de diciembre, el presidente de YPFB habló que un equipo tenía problemas; luego salió el ministro Alberto Sánchez a indicar que se trataba de un paro programado de mantenimiento. Luego el martes 12 de diciembre, el Ministerio de Hidrocarburos atribuyó a un problema electrónico de un controlador del sistema informático. En base a las distintas versiones, demandó que el Gobierno le diga al país, desde cuándo está paralizada y hasta cuándo lo va estar, porque el vicepresidente pidió a los bolivianos no sorprenderse por nuevas movilizaciones. Dijo que al parecer García Linera inventó una nueva regla que todo lo nuevo falle, poniendo en duda todas las pruebas de desempeño que se realizaron antes, donde YPFB debió haber supervisado rigurosamente.