Los indicadores que muestran los organismos externos están lejos del crecimiento previsto para la presente gestión por el Gobierno, sostiene el nuevo presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz. Sugiere impulsar la competitividad de las empresas y la inversión nacional y extranjera
FUENTE: MONEY

Surgen dudas sobre el crecimiento económico. El Colegio de Economistas de Santa Cruz alertó que el país no logrará un crecimiento del 4,7% hasta fin de año, y más bien sugirió al Gobierno hacer modificaciones a la política económica para contrarrestar la acentuada desaceleración que se registra desde inicios de este año.

El promedio de crecimiento del 4% en las proyecciones económicas de Bolivia realizadas por la Cepal, el Banco Mundial y el FMI comienzan a preocupar no solo a los economistas sino a los privados. Los indicadores que muestran los organismos externos están lejos del 4,7% previsto para la presente gestión por el Poder Ejecutivo y que tienen como pilares del crecimiento a la inversión pública, la dinámica del mercado interno y las exportaciones. Así lo hizo conocer el nuevo presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Jorge Alberto Akamine Toledo que sugirió incentivar las inversiones nacionales y extranjeras, liberar las exportaciones de productos, más certidumbre a los mercados externos, etc.

Los empresarios privados consideran que para superar los pronósticos de los organismos externos y del propio Gobierno, la economía boliviana debe dar un giro hacia el sector agro exportador dada la crisis que persiste en el sector de la minería y los hidrocarburos que hasta la fecha no se pueden recuperar. Akamine reconoció que hace dos años el país atraviesa una desaceleración económica, que en su criterio “es un término suave que usan los especialistas y economistas para no generar malas y falsas expectativas a la población”.

Esta situación de actualidad nace de una crisis de los ingresos en política fiscal porque ‘abruptamente’ han caído los ingresos por concepto de IDH, debido a la baja de los precios del petróleo. En este contexto, Akamine consideró que el Gobierno ha visto como salida que tenga que buscar otras formas de financiamiento. Fue enfático al apuntar la palabra crisis y consideró que las importaciones se han elevado porque, según estudios analizados y estadísticas revisadas, es debido a que hay mayores bienes de capital que han sido importados por las inversiones estatales en equipamiento a las fábricas y plantas.

Sobre las exportaciones, observó un ‘freno en seco’ con las restricciones impuestas, perjudicando la captación de divisas y desmotivando las inversiones para diferentes sectores, como el avícola y el soyero. “Estos temas tienen que manejarse de forma responsable y estar atentos para subsanar falencias y elevar nuestros niveles en cantidades y precio de nuestras exportaciones”, argumentó. Akamine dijo que durante la gestión a desarrollar al frente del ente colegiado participarán activamente en análisis y comentarios sobre la economía nacional, acerca de las políticas que se generan en los tres niveles de Gobierno: nacional, departamental y municipal. Asimismo, Akamine planteó no desaprovechar ningún escenario que se presente, y también como ente colegiado adelantó el relanzamiento del centro de investigaciones.

Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Ronald Nostas anticipó que hay una desaceleración que afecta al conjunto de las empresas y que solo la agroindustria registra un crecimiento. El ente emisor El Informe de Política Monetaria (IPM) del Banco Central de Bolivia (BCB) espera que para finales de 2017 la economía alcance un crecimiento alrededor de 4,7%, superando los registros del año anterior; mientras que la inflación se mantendría en niveles acotados, con una tasa en torno a 5,0%. “En este marco, realizando un balance cuidadoso entre preservar la estabilidad de precios y apuntalar el dinamismo económico, el BCB mantendrá la orientación expansiva de la política monetaria. La política cambiaria continuará reforzando el proceso de estabilización de la inflación, promoviendo la consolidación de la bolivianización para preservar la estabilidad del sistema financiero nacional y la mitigación de los efectos de choques externos”, señala el ente emisor.

Además, del elevado crecimiento y la baja inflación, la autoridad monetaria estima que los déficit fiscal y de Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos continuarán disminuyendo en 2017.