LOS TIEMPOS

Durante la cosecha de la siembra de verano, al menos siete municipios de Santa Cruz reportaron robos de soya que según los productores involucra un mercado negro que adquiere el alimento hasta en un 67 por ciento menos del costo real.

 

El precio de cada tonelada en el mercado negro creado a raíz del robo es de 200 dólares, 100 menos que el precio internacional que alcanza a los 300 dólares, según productores de Santa Cruz.

 

La carga de soya, que parte de los campos agrícolas, llega hasta el centro de acopio con un peso inferior, pues resulta que, durante el trayecto, los transportistas hacen un desvío en la ruta para descargar entre uno y cinco toneladas de grano y venderlas a los intermediarios.

 

El gerente técnico de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Richard Trujillo, indicó que la actividad ilícita fue reportada en los municipios de El Puente, San Julián, Cuatro Cañadas, Pailón, San Pedro, Fernández Alonso y Yapacaní.

 

Añadió que los productores reportaron cuantiosas pérdidas, porque en algunos casos fue robada toda la carga. Un camión transporta hasta 27 toneladas, y en caso de perderse toda la carga, significa un daño económico de 8.100 dólares aproximadamente.

 

Respecto al tema, el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, manifestó que es importante incrementar los controles policiales, aunque admite que se trata de una tarea complicada porque se tendría que hacer un seguimiento en cientos de camiones.

 

Sin embargo, considera que el pesaje de la carga es una de las opciones más seguras para que los productores eviten pérdidas, además de coadyuvar con la conservación de las carreteras. 

 

Por su parte el presidente de la Cámara de Transporte del Oriente, Herland Melgar, sostuvo que el robo de soya tiene una responsabilidad compartida. Admite que, efectivamente, se han dado casos en los cuales los choferes son los infractores, pero indica que también hay personas que acopian el grano.

 

Según Anapo, la estrategia de los delincuentes consiste en hacer un desvío a un lugar alejado y oscuro donde se encuentra uno o varios cómplices, quienes ayudan a descargar parte de la soya que se encuentra en el camión. Trujillo aseguró que otra excusa para el desvío de la ruta es un supuesto pinchado de llantas del camión.

 

Sin embargo, Trujillo aclara que no siempre el chofer del camión tiene que ver con este delito, puesto que en las épocas de cosecha aparecen personas que aprovechan una mínima reducción de velocidad del motorizado para ingresar a él y sacar parte del cargamento. Aseguró que las personas que se dedican al robo de soya están bien organizadas, puesto que también hay personas que se dedican a acopiar el grano hasta sumar importantes volúmenes para después comercializarlos a la agroindustria.

 

Alerta y seguridad

 

A raíz de los reportes de robo de soya en el oriente, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), inició una campaña de comunicados por radio dirigidos a sus asociados para que contraten un servicio de transporte de confianza o, en su defecto, envíen a una persona confiable en el camión para evitar cualquier desvío.

 

Además, recomiendan anotar la placa del camión y el número de cédula de identidad del conductor. No obstante, otro mecanismo más eficaz, aunque no muy accesible por el costo económico que significa, es el pesado de la carga para tener una referencia de la totalidad de la carga cuando nuevamente sea pesada en el centro de acopio.

 

En tanto, el presidente de la Cámara de Transporte del Oriente, Herland Melgar, aseguró que hace años, los mismos productores optaron por incorporar un sistema de seguridad en las puertas de las chatas que consiste en introducir un precinto que debe ser extraído únicamente cuando la carga llegue al lugar de destino. Además, la mayoría de los productores optan por pesar la carga antes de enviarla a los centros de acopio.

 

Cosecha de soya

 

El gerente técnico de Anapo, Richard Trujillo, informó que la cosecha de verano del grano de soya inició y entrará a sus máximos volúmenes en 10 días.

 

La siembra de verano 2016- 2017 concluyó en una superficie aproximada de un millón de hectáreas frente a las 990.000 que se sembró en verano 2015-2016.

 

Según Trujillo, los predios sembrados durante el mes de noviembre hasta el 15 de diciembre fueron afectados por periodos de sequía, sobre todo en los municipios de Pailón, Cuatro Cañadas y parte de San Julián. Por ese motivo, Anapo aún no tiene cifras oficiales respecto a los volúmenes de cosecha y los rendimientos.