Solo uno de los tres objetivos planteados por el Gobierno se ha cumplido, aunque de forma parcial.
Fuente: La Hora 
   
Luego de 10 años y una inversión de más de 5.000 millones, la matriz energética no ha cambiado en Ecuador: de 2008 a 2016 la generación hidroeléctrica ha bajado un 2%, mientras la generación térmica ha aumentado un 3%.
 
Además, el objetivo de abaratar los costos tanto para las familias y las industrias mediante una mayor generación de hidroelectricidad tampoco se ha cumplido: la tarifa media por kilovatio hora (KVH) al consumidor final es de 9,33 centavos de dólar en 2017, cuando en 2008 era de 8,23 centavos por KWH, según datos de la Agencia de Regulación y Control de la Electricidad (Arconel).
 
El analista económico Pablo Lucio Paredes dice que, sin duda, el Gobierno ha impulsado un cambio energético, pero hasta el momento ha dado los mismos resultados que el impulsado en los años 70’, durante el primer ‘boom petrolero’, cuando se construyeron las hidroeléctricas Pisayambo, Paute, Agoyán, entre otras.
 
Lo construido e incrementos
 
En 2008, el 59% de la energía eléctrica era de origen hídrico y el 37% de origen térmico. A diciembre de 2016, la energía hídrica representó el 57% y la de origen térmico el 40%. Es decir, que hubo muy pocos avances hacia una energía más limpia.
 
El cambio de la matriz energética se ha fundamentado en la construcción de ocho hidroeléctricas: Manduriacu y Toachi Pilatón (en Pichincha), Mazar, Quijos y Minas San Francisco (Cañar), Paute Sopladora (Morona Santiago), Delsitanisagua (Zamora Chinchipe) y Coca Codo Sinclair (Sucumbíos y Orellana).
 
Todas, en un principio, tenían fecha de entrega hasta 2016. Pero a febrero de 2017, solo tres están inauguradas y en funcionamiento: Coca Codo Sinclair, Manduriacu y Sopladora. A diciembre de 2016, Coca Codo Sinclair estaba funcionando en promedio a 50% de su capacidad.
 
Además de los incumplimientos en los plazos de construcción, las hidroeléctricas tienen incrementos en sus costos finales. Para Arturo Villavicencio, catedrático universitario, las diferencias de costo “no pueden justificarse por imprevistos, rediseños o contratos complementarios”. En los ocho proyectos hidroeléctricos habría una diferencia de más de 2.000 millones de dólares entre el costo inicial y el costo final. Por ejemplo, Coca Codo Sinclair tuvo un costo inicial de 1.158 millones de dólares y el final fue de 2.854 millones.
 
Exportador de energía eléctrica
 
En 2016, en las épocas de estiaje, el país importó de Colombia y Perú más de 131 megavatios por hora (MGV). La exportación a Colombia fue de más de 300 MGV, con lo que con este país se cumple el objetivo de exportar más de lo que se importa. Sin embargo, con Perú la situación es distinta. Según información en la página web de la Corporación Nacional de Electricidad (Cenace), hasta el 10 de febrero de 2017 no se registraba venta de energía al vecino del sur.
 
El ministro de Electricidad, Esteban Albornoz, dijo en mayo de 2016 que podrían recibirse aproximadamente 200 millones de dólares al año por exportaciones a Colombia. Pero el monto efectivo de venta de energía a Colombia a diciembre de 2016 no ha sido confirmado por el Ministerio de Coordinador de Sectores Estratégicos ni por el Ministerio de Energía.