Compra y venta de gas boliviano
FUENTE: EL DIARIO

La determinación de comprar gas boliviano a partir de 2020, si bien pasará necesariamente por una decisión política del gobierno del presidente brasileño Michel Temer, será la contraloría de la nación vecina la que efectúe un minucioso control de las inversiones que harán a través de un futuro contrato que Bolivia suscriba con el vecino país. Así lo manifestó su titular, Joao Augusto Nardes Ribeiro, quien preside el Tribunal de Cuentas de la Unión del Brasil (TCU), equivalente a la Contraloría boliviana. La autoridad brasileña se encuentra en la sede de Gobierno en el marco de la XXIII Reunión del Grupo de Coordinación y XXI Reunión de la Comisión Mixta de Cooperación Técnica, Científica y Cultural de Contralores del Mercado Común del Sur (Mercosur).

FISCALIZACIÓN

El Tribunal de Cuentas de la Unión de Brasil se encarga de la fiscalización contable, financiera, presupuestaria, operativa y patrimonial de los organismos y entidades públicas del país en cuanto a su legalidad, legitimidad y economicidad.

AUDITORÍAS

Aún sin decisiones concretas sobre la posibilidad de firmar un nuevo acuerdo contractual con el Brasil para la exportación de gas, Nardes anticipó que, de llegarse acuerdos entre ambos países, el TCU, lo que hará será “promover auditorías para mirar si son correctas o no las decisiones”.

Informó que cualquier concesión que suscriba el Gobierno del Brasil con otros países para petróleo y/o electricidad, pasará, necesariamente, por una fiscalización de la TCU. “Todo pasa por nosotros”, recalcó. Nardes abrió ayer un paréntesis de reflexión sobre el futuro contrato de compra-venta de gas a Bolivia, cuando declaró: “Vamos a mirar, técnica y estratégicamente, que es mejor para el Brasil, pero de antemano, la decisión inicial es política y el TCU hará una decisión técnica”, puntualizó.

MODELO Con el cambio de gobierno en el Brasil, también comenzaron los ajustes estructurales al modelo económico.

El nuevo régimen mira con más expectativa la presencia del sector privado en el aparato estatal brasileño, al tal punto que Nardes adelantó: “Estamos en grandes discusiones para que las concesiones para la construcción de más aeropuertos, más carreteras, (lleguen prioritariamente) al sector privado”.