FUENTE. EL DÍA
De acuerdo al informe Global de Competitividad 2016, publicado por el Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS), organismo de investigación perteneciente al Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), indica que Bolivia se encuentra en el puesto 121 de 138 países, habiendo descendido cinco ubicaciones con relación al año pasado.
En este informe se evalúan las políticas y factores que determinan la productividad de las economías, cuyas calificaciones se basan en estadísticas de organismos internacionales. El sector privado no cuenta con incentivos. Para el analista económico Germán Molina, el Estado predomina en toda la actividad económica, lo que significa que el empresariado privado no cuenta con incentivos para llevar adelante iniciativas de inversión y generar más puestos de trabajo, teniendo en cuenta que el informe resalta que el país tiene menor competitividad principalmente en el mercado de bienes, mercado laboral e innovación.
"Son muchas las variables que se pueden mencionar entre ellas, los incrementos salariales y el salario mínimo nacional que están por encima de la tasa de inflación, que si bien beneficia a trabajadores va en perjuicio de las empresas privadas", enfatizó el analista. José Alberti, presidente del Colegio de Economista de Santa Cruz, coincide con esta posición, indicando que pese a los buenos indicadores macroeconómicos en los últimos años, el país ha tenido un avance nulo y no ha podido mejorar su desarrollo económico, debido a que sus diferentes mercados como el de bienes, laboral, están muy regulados ya que de alguna manera no permiten que se promueva la competitividad y productividad de las empresas y el país.
Por otro lado, indicó que Bolivia ha dejado de ser un mercado atractivo para las inversiones extranjeras porque tiene un goverment take muy alto en relación a otros países. Ven falta de condiciones. Ambos analistas coinciden en que se deben trabajar en políticas públicas en cuanto a mercados laborales y la facilitación de trámites por toda la burocracia que existe, sobre todo en la importación y exportación que para realizarla se necesitan hasta ocho documentos. "Si queremos que Bolivia siga creciendo el Gobierno con el sector privado deben poner el foco en la productividad", dijo Alberti.
De acuerdo al informe Global de Competitividad 2016, publicado por el Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS), organismo de investigación perteneciente al Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), indica que Bolivia se encuentra en el puesto 121 de 138 países, habiendo descendido cinco ubicaciones con relación al año pasado.
En este informe se evalúan las políticas y factores que determinan la productividad de las economías, cuyas calificaciones se basan en estadísticas de organismos internacionales. El sector privado no cuenta con incentivos. Para el analista económico Germán Molina, el Estado predomina en toda la actividad económica, lo que significa que el empresariado privado no cuenta con incentivos para llevar adelante iniciativas de inversión y generar más puestos de trabajo, teniendo en cuenta que el informe resalta que el país tiene menor competitividad principalmente en el mercado de bienes, mercado laboral e innovación.
"Son muchas las variables que se pueden mencionar entre ellas, los incrementos salariales y el salario mínimo nacional que están por encima de la tasa de inflación, que si bien beneficia a trabajadores va en perjuicio de las empresas privadas", enfatizó el analista. José Alberti, presidente del Colegio de Economista de Santa Cruz, coincide con esta posición, indicando que pese a los buenos indicadores macroeconómicos en los últimos años, el país ha tenido un avance nulo y no ha podido mejorar su desarrollo económico, debido a que sus diferentes mercados como el de bienes, laboral, están muy regulados ya que de alguna manera no permiten que se promueva la competitividad y productividad de las empresas y el país.
Por otro lado, indicó que Bolivia ha dejado de ser un mercado atractivo para las inversiones extranjeras porque tiene un goverment take muy alto en relación a otros países. Ven falta de condiciones. Ambos analistas coinciden en que se deben trabajar en políticas públicas en cuanto a mercados laborales y la facilitación de trámites por toda la burocracia que existe, sobre todo en la importación y exportación que para realizarla se necesitan hasta ocho documentos. "Si queremos que Bolivia siga creciendo el Gobierno con el sector privado deben poner el foco en la productividad", dijo Alberti.