Martes, 29 Marzo 2016

2016

2015 no fue un año fácil para la industria energética. Las cifras así lo confirman.

Una pérdida de más del 40% de los ingresos del sector en Bolivia por el efecto precio, disminución mayor al 60% del flujo de caja del sector a escala mundial e importantes fusiones empresariales, pero sobre todo un escenario incierto respecto al elemento principal en base al cual se mueve esta industria; el precio del petróleo que el último año disminuyó de 50 a 30 dólares por cada barril. 

Consecuencia de ello, a escala mundial ocurrirá una reconfiguración del panorama energético con algunos elementos que se pueden destacar. En los grandes núcleos de producción de petróleo muchas empresas cerrarán, otras serán adquiridas, se acentuarán las fusiones y se generarán grandes operaciones para la disminución de costos. Todo eso está ocurriendo.

En el contexto económico para este año, además del precio bajo del petróleo, se pronostica un lento crecimiento económico en China y Europa; complejidad geopolítica en las principales regiones; desafíos medioambientales en África, Asia y las Américas; rápidos cambios tecnológicos que van de datos inteligentes a tecnología ´limpia` y almacenamiento de energía y proyectos que han sido paralizados debido a temas económicos, clima y políticas de energía.

En ese marco, Bolivia tiene enormes desafíos para dar viabilidad a las inversiones en el área energética con las tareas planteadas por el Gobierno nacional; priorización del upstream, renegociación del contrato de exportación de gas natural con Brasil, materialización de proyectos de exportación de energía eléctrica y avances en la industrialización del gas. Todos son enormes retos en un contexto complejo, pero debemos encaminar las decisiones con criterios técnico-comerciales, con apego a la realidad que nos rodea y sobre todo con visión de largo plazo.

En 2015 se avanzó en el soporte legal que favorece a las decisiones de inversión. Se dictaron decretos que delimitan las actuaciones ambientales y sociales de las empresas en el proceso de exploración de hidrocarburos, se dictó la ley de arbitraje y la ley de inversiones y finalmente la ley de promoción para la exploración. El reto para 2016 es seguir avanzando en el sendero de estas decisiones.

En el aspecto institucional como CBHE, estamos prestos a contribuir para que los propósitos del país y los proyectos de la industria lleguen a concretarse de la mejor manera posible.

Opinión de la presidenta de la CBHE, Claudia Cronenbold, publicada en la edición Nº 101 de la Revista Petróleo & Gas.