Aumento de la temperatura y disminución de los niveles de lluvias previstos para la temporada seca, incremento en los precios de energía, tendencia de los embalses a la baja, incendios y la amenaza al abastecimiento de algunas poblaciones son, hasta el momento, los impactos sensibles del fenómeno de El Niño, que, según el pronóstico del Ideam, mantendrá su intensidad cuando menos hasta febrero.