En La Paz, Beni, Cochabamba y Chuquisaca las precipitaciones dañan viviendas y cultivos. El Gobierno destinará Bs 149 millones para atender las contingencias causadas por El Niño
Fuente: EL DEBER

Las persistentes lluvias que se registran en La Paz, Beni, Cochabamba y Chuquisaca ya afectan a unas 60.000 familias, lo que ha provocado que el Gobierno ponga a disposición Bs 149 millones para hacer frente a las contingencias provocadas por el fenómeno El Niño.

El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, dijo que se utilizarán esos recursos y que se brindará toda la ayuda necesaria para reconducir el agua en las zonas donde el río se desbordó.

Sobre la ayuda alimentaria Cocarico precisó que se llevará al menos 60 toneladas de víveres entre arroz, azúcar y fideo a las comunidades de Escoma, Puerto Acosta y Santa Bárbara (La Paz), mientras que el Ministerio de Vivienda se encargará de reponer las viviendas que fueron afectadas en las distintas regiones del país. A su vez, el viceministro de Defensa Civil, Óscar Cabrera, informó de que un campesino murió ayer en la mañana en Villa Tunari, en el trópico de Cochabamba, al ser arrastrado por las aguas del río Chipiriri que aumentó su caudal como consecuencia de las intensas lluvias.

Cabrera precisó que en Guayaramerín (Beni) el desfile escolar que se iba a realizar por el aniversario de la región fue suspendido debido a la torrencial lluvia que cae en el lugar. El caudal de los ríos crece a cada hora y hay un riesgo de inundación.

En Rurrenabaque, después de una semana de la crecida del río del lugar y las casas dañadas por las tormentas, los pobladores tuvieron que abandonar sus viviendas y ahora viven en carpas. Por otro lado, en Monteagudo, Chuquisaca, las tormentas continúan y los pobladores aún no se recuperan de las consecuencias que las lluvias dejaron la semana pasada.

En Santa Cruz

Mientras el exceso de agua es un problema, en el este cruceño la sequía afectó a unas 200.000 hectáreas de soya y la falta de lluvia provocó que de las 5.000 hectáreas de algodón que iban a ser sembradas apenas se cultiven 1.140. Reynaldo Díaz, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), dijo que las zonas afectadas tendrán un menor rendimiento, no más de una tonelada por hectárea, cuando el promedio es de 2,5 toneladas por hectárea.

Díaz remarcó que por ese motivo se dejarán de cosechar unas 300.000 toneladas de soya, lo que significará una pérdida de $us 75 millones. Juan Campero, presidente de la Federación de Productores de Algodón ( Fedepa), explicó que la sequía provocó que la siembra se retrase poniendo en apuro a los algodoneros que debido a la buena cosecha del año pasado tenían buenas expectativas para esta gestión. “Esperamos que estas lluvias nos permitan despegar y que no sigamos parado”, dijo Campero