El análisis de la Fundación Milenio señala que, pese a que los gastos del Estado deben reducirse, para enfrentar la pandemia se necesita gestionar recursos externos. El déficit fiscal al primer semestre llegó a Bs 20.000 millones
Si antes de la pandemia la economía boliviana era un barco con agujeros en medio del mar: que seguía su rumbo mientras el agua ingresaba lentamente, la llegada del coronavirus fue como un huracán que puso al descubierto las falencias del navío. Y no es una exageración o una analogía sensacionalista. El último informe de la Fundación Milenio destacó que esta ‘peste moderna’, ha hecho que el país enfrente una triple crisis: económica, sanitaria y política. Ante esto, el único camino viable es acceder a créditos y postergar el ajuste fiscal.

Lo peor es que el contexto se hace cada vez más adverso. Justamente el déficit de las arcas estatales, al primer semestre alcanzó la proyección anual. Antes del virus, el anterior Gobierno había presupuestado un hueco en las finanzas de Bs 20.000 millones para todo el año.

FUENTE: EL DEBER

Lea la noticia