Fuente: El Financiero

   

La encuesta se realizó a 110 inversionistas institucionales de Credit Suisse, 59 con sede en México y 51 en el extranjero. Las entrevistas se realizaron entre el 29 de julio y el 3 de agosto de este año, después de darse a conocer el Plan de Negocios de la petrolera.

 

En la pregunta ¿Cree que la deuda en moneda extranjera a largo plazo de Pemex se rebajará al menos una vez en lo que resta del año?, el 90 por ciento de los inversionistas extranjeros cree que sí habrá un recorte en la calificación de la petrolera, mientras que un 10 por ciento cree que no lo habrá.

 

En cuanto a los de México, el 86 por ciento respondió que sí espera una rebaja de nota por parte alguna calificadora, comparado con el 14 por ciento que cree que no habrá recorte.

 

Ante el cuestionamiento: ¿Cuál cree que será el efecto del plan de negocios de Pemex en la producción de petróleo de la compañía a mediano plazo?, el 68 por ciento de los inversionistas extranjeros cree que no habrá ningún cambio, mientras que un 24 por ciento prevé una disminución y sólo 8 por ciento anticipa que habrá un aumento de la plataforma de producción.

 

De los inversionistas en México, 56 por ciento respondió que no espera un cambio en los niveles de producción de crudo de Pemex, 8 esperan una caída y 36 sí esperan un aumento de la plataforma de producción.

 

Sobre el tema de la renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda, la mitad (50 por ciento) de los inversionistas en el extranjero señalaron que afectaría el clima de negocios en México, comparado con el 56 por ciento de respuestas de los inversionistas en México.

 

En cuanto a la llegada de Arturo Herrera a la dependencia, el 86 por ciento de los inversionistas en el extranjero opinaron que no habría diferencia en el manejo de las finanzas públicas, mientras que el 8 por ciento dijo que habría desconfianza y un 6 por ciento que generaría confianza en el manejo de las finanzas del país.

 

En cuanto a los inversionistas locales, el 53 por ciento respondió que no habría cambio en el manejo de las finanzas, mientras que un 47 por ciento dijo que generaría mayor confianza en las finanzas públicas.