Con la nacionalización de los hidrocarburos (2006) y la recuperación de las empresas estratégicas, el Estado tomó el control del aparato productivo nacional e inició un proceso de industrialización que le permitió mejorar sus ingresos y ser líder por varios años en crecimiento económico en la región.

Ahora, en el marco de la Agenda del Bicentenario (2025), el gobierno del presidente Evo Morales apuesta por ampliar el proceso de transformación de los recursos naturales (hidrocarburos, litio, hierro, agropecuaria, entre otros) e incrementar la inversión pública para mejorar el nivel de oferta exportable y los ingresos del país.

Esto ampliará la redistribución de recursos entre las gobernaciones y municipios, mejorará e incrementará las fuentes de empleo y, por lo tanto, la calidad de vida de los bolivianos en educación, salud y reducción de la pobreza, entre los principales ejes de desarrollo fijados.

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