"Los estadounidenses mantienen un lenguaje muy duro en la mesa de negociaciones", afirma el presidente francés, Emmanuel Macron.
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En el centro de prensa de la cumbre del G20 que se ha inaugurado este viernes en Osaka (Japón), los envoltorios son de pulpa vegetal. Los bolígrafos gratuitos, de carbonato de calcio y no de plástico. Las papeleras reciclan tres tipo de materiales diferentes. El uso de papel está reducido al mínimo. Todo empuja a respetar al medio ambiente y tener presente la guerra contra la contaminación del plástico en el mar, una propuesta de la presidencia japonesa. Los platos son de papel, los cubiertos para los piscolabis son de madera. Pero a pocos metros en el centro de convenciones Intex, en sus sesiones de negociación a puerta cerrada, los líderes participantes se encuentran profundamente divididos sobre qué declarar al mundo acerca del cambio climático.

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