El Gobierno no descarta negociar participaciones en las empresas públicas más rentables, para lograr socios estratégicos en áreas claves y obtener fondos rápidos.
Fuente: La Hora
   
Al momento, con el apoyo del el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), se impulsa una  evaluación y valoración de las empresas públicas. El objetivo es determinar cuáles son financiera y operativamente viables para una venta parcial o total. Este proceso demorará de 90 a 120 días.
 
La Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), que entregó al Estado $120 millones en 2017 y $100 millones en 2018 como parte de sus ganancias, es la primera opción para una posible apertura a inversionistas.
 
Eduardo Jurado, secretario de la Presidencia, explicó que el marco regulatorio permite la participación de otras empresas públicas y privadas en la delegación de la administración y gestión de CNT. Además, la empresa es considerada una ‘vaca lechera’, con líneas de negocio muy atractivas como Internet y televisión pagada.
 
Los activos totales de CNT alcanzan una valuación de  $2.486,6 millones. En los últimos dos años, sus ganancias brutas han ascendido a un promedio de más de $200 millones.
 
Escenario
 
Andrea Pazmiño, consultora y experta en procesos de venta de empresas, comentó que el Estado podría vender hasta el 49% del paquete accionario, con lo que mantendría el control, pero tendría socios que aportarán a la expansión y mejoramiento de los servicios.
 
“El riesgo es casi nulo con respecto a otras empresas con problemas y pérdidas. El acompañamiento de los organismos multilaterales no debe quedarse en la evaluación y el análisis financiero, sino llegar hasta el proceso de venta accionaria y así asegurar que todo sea transparente y beneficioso para el país”, dijo.
 
Otro sector atractivo para atraer capitales privados sería el de la electricidad. Solo durante este año, tanto la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) como la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) inyectaron liquidez adicional al Estado por $450 millones, mediante la firma de contratos de inversión.
 
Las hidroeléctricas del país acumulan activos mayores a los $5.800 millones, y también pueden ser abiertas a la participación. Sin embargo, debido a fallas, incumplimientos de contratos en la construcción de la mayoría de los proyectos impulsados durante la última década, la venta parcial o total estaría supeditada a la finalización de las auditorías, tanto nacionales como internacionales, y a la solución de otros temas pendientes.
 
Carlos Pérez, ministro de Energía y Recursos no Renovables, aseveró que el enfoque de la inversión en el sector es potenciar los proyectos ya existentes, pero también buscar complementarlos con otras formas de energía limpia, como solar y eólica.
 
Sector petrolero
 
En el área petrolera, tanto Petroecuador como Petroamazonas tienen potencial para atraer capitales, pero para eso deben concluir su proceso de fusión. También debe darse una reforma legal que garantice que la nueva empresa de petróleos tenga autonomía financiera. “Con una gran empresa depurada y optimizada, el país podría avanzar en un proceso de apertura como ocurrió con la compañía nacional de petróleo en países como Colombia, ya sea a través del mercado de valores o negociación directa”, contó Pazmiño.