El desembolso del Banco de Desarrollo de China a Venezuela  por un monto de $ 5 mil millones irá primordialmente a las “mixtas” del gigante asiático que operan en la Faja Petrolífera del Orinoco. Los recursos servirían para aumentar la producción de las empresas en unos 150.000 barriles/día.
Fuente: Panorama
   
Fuentes conocedores del sector energético y dentro de Pdvsa aseguraron a este rotativo que los recursos se direccionarán primordialmente “a las empresas chinas relacionadas con el petróleo”.
 
Actualmente, operan en Venezuela tres grandes consorcios asiáticos: la Corporación Nacional de Petróleo de China (Cnpc) y que opera en cinco empresas mixtas en su mayoría en la Faja del Orinoco; además de  Sinopec y Petrochina Internacional.
 
La fuente aseguró que “con unos 10.000 millones de dólares servirían para aumentar la producción petrolera en unos 300.000 barriles/diarios”.
 
El reciente anuncio de un préstamo de China por $ 5.000 millones de dólares al país busca darle una nueva “bocanada” de oxígeno a Pdvsa, estatal que atraviesa en los actuales momentos la caída más drástica en su producción en los últimos 30 años. Los últimos datos de la Opep señalan que el bombeo de la compañía apenas supera los 1,4 millones de barriles/día.
 
“Estamos pronto a firmar tres o cuatro nuevos financiamientos que tendrán un impacto muy positivo en el aumento de la producción de la Faja petrolífera del Orinoco”, dijo el ministro de Economía venezolano, Simón Zerpa, de visita en Pekín, refiriéndose al mayor reservorio de crudo de su país, sin aportar más detalles.
 
China, el mayor aliado financiero de la revolución venezolana, detuvo hace tres años la entrega de fondos al gobierno de Nicolás Maduro para financiar proyectos de desarrollo, bajo un esquema de pagos con petróleo acordado con el fallecido presidente socialista Hugo Chávez.
 
Los expertos en el tema señalaron, a este rotativo, que los recursos del gigante asiático llegaron en el “mejor momento”, debido a las sanciones financieras que ya impuso Washington al gobierno venezolano, en mayo pasado.
 
En esa oportunidad, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para limitar la capacidad del Gobierno de Maduro de vender activos estatales, incluida deuda pública y bonos de la petrolera estatal venezolana Pdvsa, en un intento de restringir más su capacidad de financiación. Hace nueves meses, Washington  también prohibió al sistema financiero norteamericano la compra de bonos y deuda del Estado venezolano y de la petrolera venezolana impidiendo a los bancos concederles nuevos créditos.
 
“Estos recursos, sin duda, servirán para darle oxígeno a Pdvsa, compañía que atraviesa su peor momento: elevadas deudas, incapacidad financiera para cancelar sus bonos, caída de su producción y demandas internacionales que ponen en peligro sus activos, en especial, los ubicados en Aruba, Curazao y Norteamérica. China está haciendo una jugada bastante arriesgada al tratar desafiar las sanciones de Trump en contra de Maduro”, apuntó el analista en el sector energético, José Alejandro Martínez.
 
Señaló que “a Pdvsa le ha costado mucho, en el último semestre, obtener financiamiento externo en el corto plazo. Rusia no ha realizado más préstamos en el último año y hace poco lo que hizo fue aceptar una reestructuración de su deuda. De los recursos anunciados por China nadie sabe cómo será la forma de pago, con qué se pagará ¿más petróleo?, lo veo difícil porque la producción sigue en caída libre”.
 
José Sangronis, analista del sector energético, aseguró a PANORAMA, que “sería bueno que parte de ese préstamo chino se invierta en el occidente venezolano. Allá se tiene un potencial para aumentar la producción en 1 millón de barriles/día, pero los recursos siempre se dirigen es a la Faja”.
 
El pasado mes, el ministro para el Petróleo, Manuel Quevedo, anunció un plan de recuperación de 23 mil 319 pozos con un potencial de producción de 1 millón 426 mil barriles (1,4 mmbd). De la cantidad de unidades, 13 mil 435 pozos estarían ubicados en el occidente venezolano y el resto en el oriente.