Bolivia aspira a establecer en el mercado mundial el precio del litio, mineral demandado en numerosas aplicaciones tecnológicas y del que se estima que posee las mayores reservas del planeta, aunque tiene pendiente el reto de su explotación industrial.
FUENTE: JORNADA

"Si tenemos industrias de litio, de acá a poco tiempo Bolivia va a poner el precio para todo el mundo", aseveró ayer el presidente del país, Evo Morales, en una visita al salar de Uyuni (sureste), que se estima que alberga hasta el 70 % de la reserva mundial de este mineral. El litio puede superar los 7.000 dólares por tonelada en el mercado internacional, aunque el precio depende de acuerdos de compraventa en vez de cotizaciones bursátiles como sucede con otros minerales.

Morales aseguró a los medios que la reserva de Uyuni "es la más grande todo el mundo" y "está muy avanzado" el proceso para adjudicar una planta de producción, para la que existen "muchas propuestas de China, Rusia, Europa, Estados Unidos". "Decidiremos qué país o qué empresa" es adjudicataria, comentó tras advertir de que "mercados no faltan" y se estiman reservas para unos cincuenta años, pero antes es necesario dar el paso a la producción industrial.

El Gobierno boliviano contrató en 2015 a la empresa alemana K-UTEC AG Salt Technologies el diseño de una planta industrial de litio, que prevé adjudicar "de manera democrática" bajo criterios técnicos y jurídicos, en palabras del presidente. Mientras tanto, ha puesto en marcha una planta piloto, que espera alcanzar este año las 3.000 toneladas de carbonato de litio, lejos de la producción de sus vecinos Argentina y Chile pese a que cuentan con menos reservas de este mineral.

Uno de los usos más extendidos de litio es su empleo en baterías, pero ofrece múltiples aplicaciones para la industria tecnológica. El mandatario se refirió al potencial del litio en una visita a varios proyectos energéticos en el salar de Uyuni, que con casi 10.600 hectáreas es el mayor del mundo situado a más altura, a unos 3.650 metros. Además de visitar la planta piloto de litio y la que será la mayor instalación de energía solar de Bolivia, el jefe de Gobierno acudió también a la fábrica próxima a concluir para producir unas 350.000 toneladas anuales de cloruro de potasio, tras una inversión de unos 178 millones de dólares pensada para exportar este fertilizante incluso más allá de Sudamérica.