La totalidad de la oferta exportable de crudo ecuatoriano del 2018, es decir 120 millones de barriles, se destinará para cumplir con los compromisos de ventas anticipadas, informó Carlos Pérez, ministro de Hidrocarburos. 
Fuente: El Comercio‎
  
Debido a estos contratos suscritos con Petrochina, Unipec y Petrotailandia, el próximo año, el país no podrá hacer una nueva venta ‘spot’ (corto plazo) de crudo. Esta modalidad permite conocer cuánto está dispuesto a pagar el mercado por el petróleo ecuatoriano. Tampoco se contará con disponibilidad para firmar otros acuerdos a largo plazo en mejores condiciones para el país, precisó el Ministro de Hidrocarburos, quien con Petroecuador impulsa la renegociación de ocho convenios vigentes. No contar con crudo disponible para exportar implicará que el país no obtenga recursos económicos adicionales, explicó Fernando Santos, exministro de Energía.
 
El precio referencial del petróleo ecuatoriano está en USD 55,13, según cifras de Petroecuador del 14 de diciembre del 2017. Pero Santos enfatizó que la firma de estos contratos obliga a Ecuador a entregar crudo, a Petrochina, Unipec y Petrotailandia, a precios que no responden a la realidad del mercado internacional. En promedio, por cada barril, el país pierde entre USD 4 y 5, debido a la fórmula que se aplica para calcular este costo. Actualmente, el país tiene pendiente la entrega de 512 millones de barriles de crudo con las tres petroleras asiáticas. Según los términos vigentes de estos acuerdos, el país dispondrá de alrededor del 50% de sus recursos exportables para ofertarlo en el mercado internacional recién en el 2019. Y, luego, a medida que se cumplan con estos compromisos, se liberará más crudo. En el 2024, cuando finaliza el plazo de estos contratos, Ecuador dispondrá de alrededor del 80% de su petróleo para comercializarlo. El resto (20%) se destinará para cumplir con los compromisos adquiridos por el Gobierno anterior con las empresas de China (dos) y de Tailandia (uno). Para revertir las condiciones impuestas actualmente Luis Arauz, integrante del Foro Petrolero, consideró que se debe agilizar la renegociación de los contratos de venta de crudo a largo plazo suscritos con estas empresas.
 
La prolongación de estas negociaciones afecta, según Arauz, porque los ingresos de las exportaciones petroleras que se necesitan para sostener la dolarización serán menores en los siguientes años. El Gobierno actual inició la renegociación de estos acuerdos a mediados de octubre. Y, desde el pasado lunes se fijó ya una meta de 45 días para obtener condiciones favorables para Ecuador. El ministro Pérez precisó que se propondrá a estas compañías el cambio de la fórmula para establecer el precio del petróleo ecuatoriano, revisar los volúmenes comprometidos y el costo del transporte. La Cartera de Estado determinó que la fórmula para fijar el precio contempla, al menos, 12 variables, que vuelve “muy complejo” el cálculo. Pérez propondrá una fórmula más sencilla que contemple tres elementos: crudo referencial, un premio a favor del país y el castigo o diferencial por ser el petróleo de menor calidad. Pero, además, el análisis de las actuales autoridades dejó ver otros elementos como el hecho de que a medida que se firmaban las preventas el volumen de petróleo comprometido crecía y el monto del anticipo se reducía.
 
Por ejemplo, Ecuador recibió en 2016 un crédito de Petrotailandia por USD 2 500 millones y comprometió la entrega de 116,6 millones de barriles de petróleo. Ese mismo año firmó otro con la misma firma, pero esta vez la empresa solo entregó de manera anticipada USD 600 millones y atados a la venta de 122,7 millones de barriles. Ante estas inconsistencias, el Gobierno tiene la expectativa de que tras las conversaciones con los representantes de Petrochina, Unipec y Petrotailandia se libere crudo. En el 2018 se aspira a contar con 200 millones de barriles disponibles de petróleo para ofertarlos en el mercado internacional que, por ahora, demanda crudo pesado como el que se produce en Ecuador.
 
En contexto
 
 El Gobierno anterior comprometió la entrega de crudo ecuatoriano a compañías asiáticas a cambio de créditos que se entregaron de manera anticipada. Actualmente, Ecuador requiere alrededor de USD 5 000 millones para precancelar esta deuda.