Ante la creciente oferta del LNG (liquefied natural gas o en español gas natural licuado), Bolivia buscará expandir sus mercados a través de la comercialización de este producto a países del continente asiático.
FUENTE: CAMBIO

“Hay que pensar, Ministro de Energía, en la posibilidad de convertirnos a mediano plazo en exportadores de LNG”, dijo ayer el vicepresidente Álvaro García Linera durante su presentación en el Primer Seminario Internacional del Foro de Países Exportadores de Gas (FPEG).

Agregó que las perspectivas de Bolivia son favorables, tomando en cuenta que posee un potencial de reserva de gas de 60 trillones de pies cúbicos (TCF), distribuidos en 80 áreas disponibles para exploración. García Linera aseveró que aunque el país aún no tiene una salida soberana al océano Pacífico, se deben buscar los mecanismos “con países hermanos” para que en el futuro Bolivia no solamente exporte gas natural por ductos —como lo hace en la actualidad a Brasil y Argentina—, sino también a través del LNG (que mediante tecnología adecuada es transportada en cisternas o buques en estado comprimido). “No cabe duda que mirar hacia el Pacífico, mirar hacia el Asia es un punto clave de la industria gasífera boliviana, hay que mirar hacia China, la India, Japón, Vietnam, Singapur, Malasia, hacia ese epicentro de la economía capitalista planetaria que empezará a dominar en este siglo”, sostuvo el Vicepresidente.

En la actualidad, el proyecto de GNL o LNG, por sus siglas en inglés, funciona a través de una Planta de Licuefacción de Gas Natural, ubicada en Río Grande, Santa Cruz, que envía el gas comprimido mediante el transporte por cisternas criogénicas hasta las estaciones satélites de regasificación que están instaladas en poblaciones alejadas donde no llega el sistema de ductos. García Linera indicó que Bolivia también debe convertirse en un trader o comercializador e intermediario de la cadena del gas, como lo hacen otros países, entre ellos Brasil donde buena parte de las ganancias de la actividad hidrocarburífera se queda en ese sector. “Si nosotros como país participamos en ese nivel de intermediación los ingresos, la rentabilidad de nuestra empresa puede elevarse”, sostuvo la autoridad.

García Linera indicó que para los siguientes años los competidores del gas serán el propio gas y las energías renovables, por lo que los países deben ser más competitivos en el uso de tecnología, servicios petroleros, normas del sector de hidrocarburos y en precios. Al respecto, la autoridad remarcó que Bolivia es un socio estratégico confiable para las empresas que desean invertir, tomando en cuenta que en los últimos años fue el país con la tasa de crecimiento económico más alto de Sudamérica.