En 2010, la ministra de Defensa, Nilda Garré , volvió a prometer avanzar en la fabricación de un submarino de propulsión nuclear. El proyecto, siete años después, sigue sin ser ver la luz.
LA NACION

La desaparición del submarino ARA San Juan -que se suma al incendio del rompehielos Irízar, cuya reconstrucción ya costó más que la compra de un buque nuevo; al hundimiento en 2013 del destructor Santísima Trinidad en la misma base naval de Puerto Belgrano, entre otros accidentes- podría ser una consecuencia más de la escasa inversión de la Argentina en defensa. El país es, después de Venezuela, el que menos fondos destina a gastos militares de toda Sudamérica, según surge de datos relevados por el Stockholm International Peace Research Institute (Sipri), una organización especializada en la materia.

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