Jueves, 08 Junio 2017

Bitcoin, una moneda virtual

El bitcoin es una moneda virtual que se utiliza como medio de pago en transacciones económicas hechas en Internet, está impulsada por la tecnología Blockchain (cadena de bloques) que permite transmitir valor. No está regulada por una entidad monetaria, ni respaldada por un Gobierno, sino por un esquema criptográfico inteligente.
FUENTE: LOS TIEMPOS

A nivel mundial existen más de 850 tipos de monedas virtuales. Bitcoin fue la primera criptomoneda creada y sigue siendo la más popular, pues se ha convertido en una alternativa para inversionistas que confían en que ésta será la moneda del futuro. La legislación boliviana, mediante Resolución 044/2014 del Banco Central de Bolivia, prohíbe el uso de monedas virtuales en el país. Por lo tanto no puede utilizarse en transacciones económicas. En pasados días, se dieron a conocer varios casos de presunta estafa piramidal mediante la oferta de invertir en estas monedas virtuales. Pero, ¿en qué consisten las monedas virtuales?, ¿como funcionan?, son algunas de las interrogantes que muchas personas se hacen ante esta tecnología que para muchos en el medio resulta desconocida. "Desde siempre el ser humano ha tenido tecnología para facilitar el comercio", dice Álvaro Guzmán, gerente general de Connaxis Bolivia (empresa global de marketing digital, redes sociales, diseño y desarrollo web y mobile).

"En vez de ir con un kilo de papas al mercado iban con un papelito que decía esto vale por un kilo de papas. Después se acuñaron las monedas y billetes, más adelante se hicieron tarjetas de crédito y ahora aplicaciones informáticas para facilitar la transferencia. Pero en todos esos casos siempre había una tercera persona o institución que validaba el tema de la confianza. Estos terceros confiables son muy caros cuando se quiere realizar transacciones monetarias a otros países". Así, continúa el experto, "con la finalidad de transferir valor a través de Internet sin depender de un tercero confiable, el 2008 un programador o un grupo de programadores bajo el alias de Satoshi Nakamoto crearon el protocolo bitcoin". A principios de 2009 lanzaron un software que se puede utilizar para intercambiar bitcoins dentro del esquema diseñado. Esto revolucionó el sistema de transacciones monetarias. No hay edición en papel ni física del bitcoin, pero sirve para pagar bienes o servicios a condición de que ambas partes estén de acuerdo, según el valor establecido de la moneda. También se pueden cambiar divisas por bitcoins. "La popularidad y fortaleza de estas monedas se encuentra en la forma de operar.

Su sistema de producción está basado en algoritmos matemáticos, lo que las hace muy seguras, además emplea una red inmensa de usuarios que ayuda a verificar las transacciones que se realizan, lo que le da transparencia al proceso", dice a BBC Mundo Jeremy Bonney, editor de Coindesk, una publicación en Internet dedicada al análisis de monedas virtuales. Bitcoin utiliza la tecnología peer-to-peer (conexión de usuario a usuario) para funcionar sin autoridad central: la gestión de transacciones y la emisión de dinero son llevadas a cabo colectivamente por los usuarios en la red.

Esto permite pagos casi instantáneos y de bajo costo a cualquier persona, en cualquier parte del mundo, las 24 horas y los 365 días del año. La red actúa como supervisora y verifica que un bitcoin no se pueda gastar al mismo tiempo en dos lugares distintos. Las transacciones se llevan a cabo con códigos cifrados que circulan a través de la red. Así, al ser una moneda libre, "es la propia red generada por lo usuarios, miles de ordenadores de todo el mundo, que se aseguran de efectuar el seguimiento, control y registro de las transacciones", dice Guzmán. Toda transacción queda registrada, es inmodificable y accesible al control de todos, impidiendo las transacciones simultáneas.

Todo ello a partir de una lógica propia y automática, sin nadie que, a título de notario, tenga que certificar la situación de un bien o algo parecido. A diferencia del dinero emitido por el Gobierno que puede ser inflado a voluntad, el suministro de bitcoins está matemáticamente limitado a 21 millones de bitcoins, de los cuales 16 millones ya están en circulación en el ciberespacio . Los usuarios pueden “extraer” bitcoins (crearlos) a través de un complejo proceso informático en sus ordenadores. Para entender, es como si tuviéramos una gran playa donde hay bitcoins (21 millones) enterrados y la gente (llamados mineros) va desenterrándolos. Gracias a un complejo sistema criptográfico (claves) es posible asegurarse de que nadie haga trampas y que la moneda sea segura ante ataques, intentos de falsificación o duplicación. ¿Cómo se obtiene un bitcoin? Guzmán explica que como en el mundo real, en las casas de cambio de monedas. Comenta que en Internet hay muchas casas de cambio que permiten cambiar dinero normal (euros, por ejemplo) por bitcoins. En algunos países, los bitcoins se pueden cambiar por dinero real. Poco a poco se van sumando más sitios web y países que aceptan este método de pago. Incluso grandes empresas usan las monedas virtuales. ¿Cómo funciona el bitcoin? Guzmán cuenta que los bitcoins se almacenan en una billetera virtual, en una aplicación móvil o computadora y se puede enviar y recibir bitcoins a través de ella.

Cada usuario de bitcoin tiene su propia dirección, un poco como un número de cuenta bancaria única. Las transacciones bitcoin se ejecutan en un sistema denominado Blockchain (cadena de bloques) que es la base tecnológica del funcionamiento del bitcoin. Ésta actúa como una base de datos y copia de seguridad en la que se registran mediante códigos las operaciones, cantidades, fechas y participantes. Al utilizar claves criptográficas y al estar distribuido por muchos ordenadores (personas) presenta ventajas en la seguridad frente a manipulaciones y fraudes.

Esta cadena de bloques es pública y puede ser consultada en cualquier momento por cualquier. Además, no existe una copia única de la cadena, sino que se trata de un sistema descentralizado en el que cada persona almacena una copia. De ese modo no sólo desaparecen los intermediarios, disminuyendo el coste de las transacciones, sino que el sistema es mucho más seguro, transparente e inalterable. Es decir, si cambiamos un registro en un ordenador que tenga una parte del Blockchain, se sincronizara de manera automática en el resto de las partes.

Además, la tecnología Blockchain tiene otra peculiaridad y es que cada usuario tiene una clave criptográfica privada asociada a otra clave pública. La clave privada es la que contiene toda la información sobre el usuario y garantiza su identidad, mientras que la clave pública sólo muestra lo que el usuario desea que los demás puedan ver. Para enviar dinero, el usuario necesita acreditar que tiene en su poder la clave privada para demostrar que es quien dice ser y firmar con ella la transacción, mientras que para recibir dinero basta con la clave pública. 21 millones de unidades de bitcoin fueron creadas a través de un complejo proceso informático. Del total, más 16 millones ya están en circulación.

VENTAJAS
• Es descentralizada. No es controlada por ningún Estado, banco, institución financiera o empresa y puede usarse en todo el mundo por igual.
• No hay intermediarios. Las transacciones se hacen directamente de persona a persona.
• Se puede cambiar bitcoins a euros u otras divisas y viceversa, como cualquier moneda.
• Es imposible su falsificación o duplicación gracias a un sofisticado sistema criptográfico.
• Las transacciones son irreversibles. • No es necesario revelar tu identidad al hacer negocios y preserva tu privacidad.
• El dinero te pertenece al 100%; no puede ser intervenido por nadie ni las cuentas pueden ser congeladas.

DESVENTAJAS

• Límite de emisión. Si bien es positivo para evitar la pérdida de valor, el que sea deflacionaria podría incentivar su acumulación y, por tanto, como dice el premio Nobel de Economía Paul Krugman, podría deprimir la economía.
• La falta de un regulador del ecosistema explica en gran medida la volatilidad. Como depende exclusivamente de la oferta y la demanda, se corre el riesgo de que sus variaciones desalienten el uso.
• Garantía de aceptación. Aunque cada vez hay más establecimientos que los aceptan todavía son una minoría.
• El anonimato que garantiza el sistema no permite saber quiénes están detrás de las operaciones y podría ser utilizada para actividades ilícitas o para no cumplir con las obligaciones tributarias.