El gobierno realizó un ajuste informal que le permitió reducir el déficit fiscal, según dijo a No toquen nada el economista Alfonso Capurro, de CPA.
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"Ha venido ocurriendo lo que nosotros y algunos colegas hemos denominado 'ajuste fiscal silencioso'. El ajuste y la Rendición de Cuentas no es la única herramienta de las autoridades, particularmente en los últimos tiempos hay dos cosas que se han hecho: un recorte importante de las inversiones y también el manejo de las tarifas públicas", dijo.
 
Capuro recordó a No toquen nada que el ajuste fiscal aprobado por el gobierno el año pasado comenzó a regir recién este año. Pero antes del comienzo del ajuste formal el gobierno ya tomó medidas para intentar reducir el déficit.
 
Una de esas medidas fue la disminución drástica de las inversiones del sector público que, según Capurro, llegaron a ubicarse este año en dimensiones similares a las de antes de la llegada del Frente Amplio al gobierno.
 
"Las inversiones del sector público se han recortado en forma importante en los últimos 18-24 meses, a mediados de este 2016 llegaron a estar en valores mínimos mucho tiempo. Estábamos invirtiendo algo más de dos puntos del producto, apenas por encima de lo que se invertía en 2005 y más o menos lo mismo que se invertía en 2003 cuando el país estaba prácticamente quebrado y en plena negociación con los acreedores", señaló.
 
El déficit fiscal de 4% del PBI a diciembre de 2016 divulgado por el gobierno esta semana es menor de lo que podría haber sido si el gobierno no hubiera contraído las inversiones públicas y no tuviera varias tarifas de servicios públicos por encima de los costos.
 
Capurro dijo que el déficit fiscal al cierre del año es el más alto registrado desde la década de los 80, pero que hubo algunos meses de 2001 donde el déficit anualizado fue superior, alcanzando incluso el 5%.
 
Respecto al futuro señaló que el gobierno espera un impacto relevante del ajsute para este año. En la rendición de cuentas aprobada el año pasado se planteaba bajar a un déficit de 3,3% al cierre de 2017. Esa posibilidad no se descarta pero es difícil tener certeza dada la incertidumbre que plantea el escenario regional (con la fuerte inestabilidad de Brasil) y el internacional (con la incertidumbre que plantea Donald Trump).
 
Respecto a las tarifas públicas y su rol en lo que Capurro llamó el “ajuste informal” el economista de CPA hizo foco en el caso del gasoil, que en los últimos meses estuvo mucho más caro que la importación, que no está permitida en Uruguay.
 
"Los datos que publica la URSEA que calcula cuánto costaría el combustible en Uruguay si se importara, pagando los mismos impuestos, los mismos costos de distribución, los mismos márgenes a las estaciones, el precio al cual Ancap vende el gasoil es 45% más alto de lo que podría si se importara. Eso quiere decir que el año pasado el gasoil terminó generando un sobrecosto para el sistema productiva de Uruguay de más de 350 millones de dólares, y obviamente estos son costos que afectan la competitividad", expresó Capurro.