Miguel Gutiérrez, presidente de YPF, tiene entre sus prioridades la firma de un nuevo convenio laboral aplicable a los yacimientos no convencionales. La meta es clara: reducir los costos de perforación para incentivar la llegada de inversiones a Vaca Muerta, en especial los proyectos de shale gas.
Fuente: EnergyPress
   
Sin embargo, al mismo tiempo, Gutiérrez dio luz verde a una iniciativa para que la petrolera reestatizada aumente la importación de gas natural licuado (GNL). Realismo puro: aunque confía en la recuperación a futuro de la alicaída oferta local de gas de la mano del gas no convencional, la coyuntura empuja a la Argentina a incrementar la infraestructura para importar gas porque la producción interna no alcanza. Desde ese mapa racional, YPF –la mayor productora de hidrocarburos del país– quiere instalar una nueva terminal de regasificación de GNL en el Río de la Plata, en zonas aledañas al puerto de La Plata.

Será la tercera planta de regasificación (se sumará a las de Bahía Blanca y Escobar, también operadas por YPF) y demandará una inversión cercana a los $us 200 millones, según explicaron a El Inversor Energético & Minero fuentes empresariales al tanto de la iniciativa, que se encuentra en una etapa incipiente pero deja en claro que, pese a dejar correr la meta de la recuperación del autoabastecimiento, en el área energética del Gobierno saben que la Argentina seguirá necesitando gas importado por varios años más. Desde YPF evitaron realizar comentarios.