El presidente de YPFB, Guillermo Achá, denunció hoy que los mineros cooperativistas, la pasada semana en sus protestas en la carretera La Paz – Oruro, atentaron contra el oleoducto OSSA 2 en los sectores de Pongo y Panduro a través de dinamita y quema de llantas, lo cual, de haber destruido la infraestructura, hubiera generado desabastecimiento de combustibles a nivel nacional.
El oleoducto OSSA 2 transporta crudo reconstituido hacia Arica, Chile, desde Cochabamba y La Paz. Además se conecta al ducto OSSA 1 entre Santa Cruz y Cochabamba y a la refinería Gualberto Villarroel, donde se produce gasolina, diesel y Gas Licuado de Petróleo.
El ducto afectado, además, es paralelo al gasoducto del Altiplano que abastece a Oruro, La Paz y Cochabamba. El primer atentado al OSSA 2 se dio en Pongo, donde una explosión de dinamita generó "daños de consideración”, según explicó Achá. "Si se hubiera tenido la rotura de este ducto, las operaciones de todo el transporte en Bolivia se hubieran visto afectadas”, precisó. imagen
Foto: YPFB
El segundo atentado se suscitó en Panduro, donde se quemó llantas debajo del ducto con la intención de hacerlo "volar”. "Prácticamente este atentado tenía la intención de parar todo lo que es el abastecimiento de combustibles a nivel nacional”, deploró el titular de la estatal petrolera.
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YPFB imagen La quema al ducto OSSA 2.
Foto: YPFB
A raíz de esta situación, Achá decidió querellarse contra los dirigentes de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras de Bolivia (Fencomin) ante el Ministerio Público por los delitos de asociación delictuosa, peligro de estrago, atentado contra la seguridad de servicios públicos y daño calificado.
La denuncia está dirigida particularmente al presidente de Fencomin, Carlos Mamani, y Carlos Castro, Agustín Choque, Julián Pinto, Silvestre Flores, Roberto Durán y René Cochi.