Reconsiderar la industrialización como alternativa para superar el atraso persistente de la economía boliviana, expresado como estancamiento de la productividad, lo que a su vez se relaciona con la precariedad del empleo y los ingresos per cápita, es la propuesta de Alfredo Seoane a través de su libro "Industrialización tardía y progreso técnico. Un acercamiento teórico-histórico al proyecto desarrollista boliviano", presentado en La Paz.
FUENTE. JORNADA

El especialista -licenciado en Economía, magister en Economía y Política Internacional y PhD en Ciencias del Desarrollo-, sugiere que, en teoría, empezar tarde un proceso de industrialización tiene sus ventajas ya que la industrialización tardía se puede beneficiar de ciencia y tecnología desarrollada y adquirible de otras economías de desarrollo más temprano. Sin embargo, para obtener estos beneficios el prerrequisito es iniciar una dinámica de industrialización tardía, consistente inicialmente en superar restricciones a partir de una disponibilidad socioestatal.

En ese sentido, el desarrollo y la industrialización son un reto o un esfuerzo fundamentalmente de carácter nacional, afirmó Seoane. El investigador propone la hipótesis que "la agenda de transformaciones productivas que se planteó como proyecto nacional boliviano no se viabilizó en la reciente coyuntura de bonanza en la que se superaron las restricciones de divisas y de ahorro, debido a que no existía una visión estratégica que impulsara un proceso socio-estatal de cambio de instituciones y políticas públicas que, mediante inversiones y desarrollo institucional, fueran conductivas al desarrollo industrial y el progreso técnico".

Asimismo, el expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Juan Antonio Morales, uno de los comentadores del libro, señaló que el desarrollo es un elemento presente en la amplia visión que presenta el autor, entendido éste como un proceso social que no sólo es mayor a la acumulación de capital físico, sino que tiene que haber una motivación social que empuje al desarrollo. Por su parte, el expresidente Carlos Mesa, quien cerró el ciclo de comentarios, manifestó que el aspecto más interesante del libro es la crítica a la historiografía nacional basada en cifras, hechos, resultados y cuadros, que demuestran objetivamente las apreciaciones del autor vinculadas al PIB, y otros tópicos relacionados al sector industrial.