El exsubsecretario de Combustibles y presidente del Ente Nacional Regulador del Gas en Argentina (Enargas) sugiere que Bolivia debe adoptar una nueva estrategia comercial para atender los requerimientos de gas
FUENTE: EL DEBER

La industria del petróleo y gas atraviesa por malos momentos debido a la caída de precios del crudo en el contexto internacional. En ese marco, el IX Congreso Internacional Bolivia Gas & Energía, desarrollado hace una semana en Santa Cruz, representó una expresión de aporte en cuanto a la discusión y el análisis profundo sobre las nuevas fronteras energéticas y los desafíos de Bolivia.

La caída de los precios de los hidrocarburos, los retos globales que impone el cambio climático y la crisis económica mundial preocupan a los empresarios petroleros que tienen cautela a la hora de invertir. En ese marco, el consultor del Banco Mundial y exsubsecretario de Enargas de Argentina, Raúl García reveló que la crisis persistirá hasta 2018. _

¿Cuál es su análisis sobre la crisis del petróleo y su incidencia en la región? Por el lado del consumidor, es un beneficio en la medida que en los años previos haya habido una importante inversión, de manera que se garanticen los productos. Cuando los precios internacionales se reflejan en los precios internos eso es bueno para el consumidor, porque obviamente significa ahorro y un mayor estándar de vida. Sin embargo, hay que continuar con toda una serie de desarrollo para los países que son exportadores, entonces, cuando vienen los momentos de bajas de precios internacionales hay que posicionarse bien en la competitividad. Por otro lado, se debe dar una política de incentivos a la exploración y si se espera que el capital privado intervenga, eso quiere decir dar nuevas oportunidades fiscales. _

¿Qué sugiere usted para mejorar el clima de inversión? Tiene que ver fundamentalmente con la parte impositiva, ya sea diferimiento del pago de impuestos por unos años, el tratamiento de algunas inversiones para poder deducirlas como gastos eventualmente y otras medidas que permitan ayudar los niveles de inversión en exploración y desarrollo. Es necesario tener flexibilidad, eso es lo más importante. _ Y si no hay flexibilidad... Lo peor es no tener una flexibilidad contractual cuando las condiciones lo exigen, porque después es más caro atraer a alguien para que ayude con la tecnología para exploración y el desarrollo. _

¿Cómo ve a Bolivia en este escenario? Veo que Bolivia tiene que tomar decisiones importantes. Seguramente en algunos casos ya lo ha tomado, pero dado su proyección de que quiere hacer crecer su mercado interno en el uso de gas, quiere mantener sus mercados de exportación y renovarlos, tiene que dar importantes incentivos. Bolivia tiene todas las oportunidades. Argentina está obligada a seguir importando gas al igual que Brasil. Además, tiene la infraestructura, como son los gasoductos. Por supuesto, Bolivia tiene que adoptar una nueva política comercial porque en el caso de Argentina no llega a cubrir los volúmenes requeridos de gas.

Lo bueno es que hay oportunidades, no nos olvidemos que Bolivia tiene una cláusula de que primero deben satisfacerse las necesidades domésticas, pero si queremos exportar, también debemos producir más gas natural. A Bolivia no le queda otra. _

¿Considera que Argentina y Brasil seguirán interesados en el mercado boliviano? Sí, creo que ambos necesitan el gas boliviano, pero a medida que no pueda satisfacer los requerimientos, ambos mercados tienen otras opciones. Argentina ya ha mostrado un apetito por otras alternativas pese a las condiciones económicas adversas en el caso del GNL y el gas oil. No por nada, ya hizo acuerdos con Chile para importar GNL. Bolivia puede cubrir tranquilamente las demandas adi-cionales que tiene Argen- tina siempre y cuando tenga una mayor producción de gas natural. _ Petrobras enfrenta serios problemas en Brasil

¿Qué impacto puede tener en la región? Petrobras tiene que encarar rápidamente una política de reducción de costos, es decir, le pasa en gran parte lo que le pasó a muchas petroleras. Muchas compañías tenían costos operativos para un petróleo de 140 dólares, eso significaba desarrollar emprendimientos hasta 140 dólares, mientras la rentabilidad lo diera. El desplome de los precios internacionales obligó a revisar todo. Más allá de los problemas de corrupción que hay en Petrobras, la realidad es que al igual que casi todas las petroleras, la empresa brasileña tenía programas de producción caros, entonces ahora tienen que cambiar e ir a lo barato. Esto implica también una oportunidad para el desarrollo del gas boliviano, porque será más barato