Murió Alvin Toffler, experto en la era postindustrial y autor de “El shock del futuro” y otros libros que pronosticaron los cambios y transformaciones en la sociedad por el ascenso de la tecnología digital. Tenía 87 años.
EL DIARIO

Toffler falleció el lunes por la noche mientras dormía en su casa de Bel Air, en Los Ángeles, dijo Yvonne Merkel, portavoz de su firma consultora Toffler Associates, con sede en Reston, Virginia.
FUTURISTA
Uno de los “futuristas” más famosos del mundo, Toffler no fue el único en ver el cambio en la economía de la manufactura y la producción masiva a un modelo basado en las computadoras y la información. Pero pocos fueron tan efectivos como él en popularizar el concepto, predecir sus efectos y asegurarle al público que los trastornos traumáticos de los tiempos modernos eran parte de una historia más amplia y esperanzadora.
CAMBIO ACELERADO
“El shock del futuro”, un término que usó por primera vez en un artículo en una revista en 1965, fue como Toffler definió al creciente sentimiento de ansiedad traído por la sensación de que la vida estaba cambiando a un ritmo desconcertante y cada vez más acelerado.
Su libro mezclaba una forma comprensiva de explicar las cosas con una urgencia que hacía leer con avidez, mientras analizaba las tendencias contemporáneas y los titulares noticiosos, desde las protestas contra las guerras hasta la creciente tasa de divorcios como síntomas de un ciclo histórico que estaba modificando todas las facetas de la vida.
ANCLAJE
“Tenemos que buscar nuevas maneras de anclarnos, porque todas las raíces antiguas —la religión, la nación, la comunidad, la familia o la profesión— están tambaleándose bajo el huracán del empuje acelerador”, escribió.
PREDICCIONES
Toffler ofreció una amplia gama de predicciones y propuestas, algunas más acertadas que otras. Pronosticó “un nuevo espíritu de ir más allá de las fronteras” que bien podría llevar a la creación de comunidades bajo el mar, “ciudades artificiales bajo las olas”, y también anticipó la creación de colonias espaciales, concepto que fascinaba a Newt Gingrich, ex presidente de la Cámara de Representantes y admirador de Toffler.