De acuerdo a estimaciones del Banco Central de Bolivia (BCB), este año el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) será del 5%, porcentaje que garantizará el pago del segundo aguinaldo ‘Esfuerzo por Bolivia’.
Fuente: EL MUNDO

Cabe recordar que el segundo aguinaldo ‘Esfuerzo por Bolivia’ es un beneficio que se paga a los trabajadores activos, públicos y privados, todos los años en los que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) esté por encima del 4,5%.

Otro dato presentado ayer por el presidente del BCB, Marcelo Zabalaga, fue que este año se prevé una inflación del 5,3%. Apoyado en ambas cifras, el presidente del BCB dijo que el país nuevamente se constituirá en el país con el crecimiento más alto de América del Sur, manteniendo la estabilidad de precios y en línea con los objetivos señalados el Plan de Desarrollo Económico y Social 2016 – 2020. Zabalaga añadió que el volumen de inversión, anunciado anteriormente por el presidente Evo Morales, generará un desarrollo a la producción de bienes y servicios y automáticamente una tasa de crecimiento y una tasa de inflación más elevada. Frente la interrogante de cómo se controlará la inflación, Zabalaga dijo que mientras la inflación no se dispare, se mantendrá una política contracíclica.

“Si hubiera indicios de que la inflación se elevará por efecto del dinamismo interno, hay algunos mecanismos que hemos utilizado en gestiones pasadas, que es de contraer la liquidez por una parte y llevar adelante una serie de tareas permitiendo que los consumidores tengan acceso directo sobre todo a bienes de primera necesidad que son los que primero se ven afectados con la inflación”, afirmó el titular del BCB. De acuerdo al informe de política monetaria presentado por el BCB, en el año 2015 se observó un contexto internacional más adverso que el previsto inicialmente, caracterizado por una débil recuperación de las economías avanzadas, la ralentización de las emergentes y en desarrollo, descensos de precios de materias primas, un redireccionamiento de flujos de capitales a países avanzados y el endurecimiento de las condiciones financieras internacionales.

En el plano regional, en varios países de América del Sur se experimentaron menores tasas de crecimiento que las previstas y repuntes en sus inflaciones por encima de las metas de sus bancos centrales. Esto último se debió en gran parte al efecto de transmisión de la depreciación de sus monedas a los precios domésticos, lo que obligó a las autoridades monetarias a subir las tasas de interés comprometiendo el desempeño de su actividad económica. Por el contrario, las autoridades nacionales decidieron sostener el dinamismo de la actividad económica nacional y para ello realizaron impulsos fiscales y monetarios, con el cuidado de no generar presiones adicionales en los precios. Por tanto, alcanzamos un crecimiento de 4,8% y una inflación de 3,0%, acordes a los objetivos anunciados en la anterior edición del IPM. De esta forma, el Estado Plurinacional de Bolivia cierra la gestión 2015 con el mayor crecimiento económico y la inflación más baja registrada en América del Sur.