Los trabajadores del Sindicato de Técnicos Industriales en Construcciones Mineras de Bolivia aún esperan respuesta de parte del Gobierno a su pedido de oportunidades laborales en proyectos importantes como por ejemplo la planta de urea.
Fuente: EL MUNDO

La anterior semana los trabajadores llegaron en una cantidad de 80 hasta la plaza 24 de Septiembre para instalar una huelga de hambre. Luis Nelson Pereyra, vocero de los trabajadores, ayer informó que tras ocho días no han podido recibir atención de parte del Gobierno.

“Estamos un poco debilitados, pero seguimos firmes, estamos esperando que nos confirmen la reunión con el ministro de Trabajo para que atienda nuestro petitorio y demostrarle con evidencias que las empresas transnacionales están violando las leyes, están tergiversando algunos artículos confundiendo a la poblacion, a algunas autoridades, tal vez porque no tienen muy claro lo que es el rubro de la construcción, da para que se confundan, y ellos se valgan de sus artimañas para traer extranjeros ilegales, violar nuestras leyes y por ende están estafando a nuestro país”, expresó Pereyra. Hasta ayer en el grupo de huelguista habían registrado siete bajas, una brigada médica va continuamente a revisar a los huelguistas.

Por estos días su sustento ha sido agua y coca.

La lluvia también les ha jugado en contra y obligados a dormir parados y por el día tratar de dormir.

El fin de semana vinieron esposas con sus hijos a llevarse a algunos huelguistas porque ya no tenían qué comer, son familias que tienen como única fuente de ingreso al marido.

Con eso el número de trabajadores se ha reducido a 50. “Por un lado se tiene que dar trabajo a la gente boliviana, somos la mano de obra calificada que venimos poniéndole al hombro a Bolivia hace décadas en las diferentes construcciones que hay hasta ahora en Bolivia que ya están funcionando y por otro que estas empresas hacen mal. Bolivia no es un corral, no es un canchón”, afirmó Luis Pereyra.