Durante décadas, el mundo ha estado preocupado por cómo sustituir los motores de combustión interna propulsados por gasolina o gasóleo, ambos derivados del petróleo, por alternativas más económicas y menos contaminantes. Inicialmente la preocupación estaba más relacionada con el hecho de que el petróleo es un recurso no renovable cuyas reservas se están agotando y, en menor medida,