En Uruguay, el aire sopla a favor. El pequeño país sudamericano, con 3,4 millones de habitantes, se ha convertido en la primera nación de América Latina, y una de las pocas en el mundo, en generar una proporción importante de su electricidad a partir del viento. En menos de una década, la energía eólica ha dado pasos de gigante en este país, en donde reinan las hidroeléctricas, y ha desplazado, casi por completo, a los combustibles fósiles de la producción eléctrica.