Fuente: EL MUNDO
En una reunión sostenida el pasado martes con el viceministro de Producción Industrial a Mediana y Gran Escala, Álvaro Pardo, el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, planteó que será necesario una reprogramación del pago de créditos bancarios a los productores, debido a la dificultad para exportar soya a Colombia y también debido a los factores climáticos.
Tras tomar conocimiento de un decreto colombiano que va en desmedro de la exportación de soya boliviana a ese país, los productores hacen las gestiones para que el Gobierno pueda adoptar medidas para aminorar el impacto de dicha medida. “Fuimos claros en decirle los peligros, las amenazas que tenemos y también le dimos las posibles soluciones como refinanciamiento y acciones de Gobierno a Gobierno”, expresó el presidente de la CAO. Un pedido adicional que ya se vuelve reiterativo es la liberación plena de las exportaciones de productos que tienen excendentes.
Según el análisis de la CAO, los que también van a necesitar reprogramación de créditos son los productores del municipio de El Puente, particularmente los afectados por el desborde del río Grande. En esa zona hay 1.800 hectáreas de soya dañada que está a punto de cosecharse y que hoy está bajo el agua, lo que equivale a una pérdida financiera de $us 2 millones. Las propiedades afectadas son El Guineal, Ensueño y El Carmen.
Cabe recordar que en la zona donde hubo el desborde, el año pasado campesinos abrieron un canal ilegal para deviar el curso del agua. “Fruto del declive que se tiene obviamente van a pasar (el agua) por muchas propiedades y cuando entre ese volumen de agua en una propiedad que está cultivada no hay condiciones de que se salve la soya. No tenemos todavía esa cantidad de hectáreas que pueden ser afectadas, pero sin duda alguna van ser afectadas”, afirmó Julio Roda. Al problema del desborde del río, el riesgo de perder el mercado colombiano, se suma los daños que ya dejó la sequía, alrededor de 193.000 hectáreas.
El panorama se complica para los productores con la devaluación de monedas en países vecinos.
En una reunión sostenida el pasado martes con el viceministro de Producción Industrial a Mediana y Gran Escala, Álvaro Pardo, el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, planteó que será necesario una reprogramación del pago de créditos bancarios a los productores, debido a la dificultad para exportar soya a Colombia y también debido a los factores climáticos.
Tras tomar conocimiento de un decreto colombiano que va en desmedro de la exportación de soya boliviana a ese país, los productores hacen las gestiones para que el Gobierno pueda adoptar medidas para aminorar el impacto de dicha medida. “Fuimos claros en decirle los peligros, las amenazas que tenemos y también le dimos las posibles soluciones como refinanciamiento y acciones de Gobierno a Gobierno”, expresó el presidente de la CAO. Un pedido adicional que ya se vuelve reiterativo es la liberación plena de las exportaciones de productos que tienen excendentes.
Según el análisis de la CAO, los que también van a necesitar reprogramación de créditos son los productores del municipio de El Puente, particularmente los afectados por el desborde del río Grande. En esa zona hay 1.800 hectáreas de soya dañada que está a punto de cosecharse y que hoy está bajo el agua, lo que equivale a una pérdida financiera de $us 2 millones. Las propiedades afectadas son El Guineal, Ensueño y El Carmen.
Cabe recordar que en la zona donde hubo el desborde, el año pasado campesinos abrieron un canal ilegal para deviar el curso del agua. “Fruto del declive que se tiene obviamente van a pasar (el agua) por muchas propiedades y cuando entre ese volumen de agua en una propiedad que está cultivada no hay condiciones de que se salve la soya. No tenemos todavía esa cantidad de hectáreas que pueden ser afectadas, pero sin duda alguna van ser afectadas”, afirmó Julio Roda. Al problema del desborde del río, el riesgo de perder el mercado colombiano, se suma los daños que ya dejó la sequía, alrededor de 193.000 hectáreas.
El panorama se complica para los productores con la devaluación de monedas en países vecinos.