Martes, 19 Enero 2016

El peligro de un aterrizaje forzoso

Por ejemplo, en las economías emergentes en riesgo, en especial las latinoamericanas, donde la clase media se encuentra muy preocupada.
 
TNS LATAM
 
El Banco Mundial ha advertido de que casi todos los países emergentes, por primera vez desde los '80, están reduciendo su crecimiento al mismo tiempo. A eso se suma “un entorno externo particularmente desafiante para los exportadores de materias primas”, que deberían enfrentarse no solo a la caída del precio y la demanda de su principal fuente de ingresos sino también, y en esto coinciden con el resto, a unos flujos de inversión extranjera cada vez menores y a las presiones que los mercados ya han empezado a ejercer sobre sus monedas. Al respecto, algunas precisiones:
 
Muy interesante la apreciación de Hakan Altinay ante el nuevo evento anual en Davos (Suiza):
 
"(...) A la mayoría de los medios de comunicación les encantan estos eventos. Proporcionan una buena oportunidad para obtener fotografías, así como lemas legítimos y sin riesgos. La premisa subyacente es que nuestros problemas clave son cosas que las élites pueden identificar y resolver; ellas poseen los conocimientos que se necesitan y, por supuesto, el poder.
 
Pero existe el problema del narcisismo de las élites. Como han observado muchos pensadores desde la antigüedad, quienes persiguen el poder a menudo no están capacitados moralmente y aquellos que lo están con frecuencia no ansían el poder.
 
(...) Parece además que las élites consideran la avaricia más legítima que el resto de nosotros. Gran parte de nuestro discurso público gira en torno a las buenas obras y logros de filántropos como Bill Gates, y sin embargo, las investigaciones han revelado de forma sistemática que las personas pobres son más caritativas que las ricas.
 
Centrarse únicamente en las élites y en lo que estas ofrecen como soluciones a nuestros problemas comunes no es problemático solo porque representen a un fragmento tan exótico de la humanidad, sino también porque puede que la gente corriente posea más ingredientes para su solución. (...)".
 
Por lo tanto, hay que reflexionar acerca de qué ocurre más allá de Davos.
 
Por ejemplo, en las economías emergentes en riesgo, en especial las latinoamericanas, donde la clase media se encuentra muy preocupada.
 
Michael Penfold y Guillermo Rodríguez Guzmán explican una situación a tener en cuenta:
 
"(...) lo que distingue a la clase media latinoamericana del resto de regiones en desarrollo es su tendencia al post-materialismo, algo paradójico si lo comparamos con la cultura política, que se caracteriza por la poca movilización social. El post-materialismo otorga mayor importancia a la calidad de vida, la defensa de las ideas y la democracia y en todas las regiones en desarrollo presentan valores moderados, mezclando preferencias materiales y post-materiales. Aunque la cultura política en América Latina destaca por el bajo interés y poco activismo, se han producido grandes protestas en los últimos años en países como Colombia, Chile, Brasil y Venezuela por parte de los sectores vulnerables, que rechazan la política precisamente por la ineficacia institucional a la hora de proveer bienes públicos como salud, educación o asistencia social. (...)".
 
Entrevista Luego de su paso como economista del FMI, Carmen Reinhart es profesora de la Universidad de Harvard (Massachusetts, USA) y experta en analizar las dinámicas de la deuda a lo largo de la historia. Ella le conceció una entrevista al diario financiero español elEconomista, antes de iniciar un viaje a Arabia Saudita.
 
Reinhart advierte de que una crisis de deuda abraza a los mercados emergentes.
 
Su opinión es para tener en cuenta porque su trabajo ha ayudado a mejorar la comprensión de las crisis. Por ejemplo, del episodio subprime de 2007/2008: ella identificó y adelantó la posibilidad de que, a consecuencia de esa situacion, se produjesen importantes desplazamientos económicos.
 
-En uno de sus últimos estudios considera que 2016 será el año de los impagos soberanos, ¿por qué?
 
-Es una combinación de factores, especialmente en los mercados emergentes. Entre 2001 y 2011 estos países vivieron un boom fabuloso según los estándares históricos. La bonanza de los flujos de capital y de las materias primas hicieron que regiones como América Latina, donde el crecimiento nunca ha sido alto, superase los estándares históricos. Sin embargo, al fin de este ciclo, es cuando han empezado los problemas de deuda, sobre todo la contratada durante el boom bajo el supuesto de que éste continuaría para siempre. El deterioro para las condiciones globales en los emergentes comenzó en el 2012 y se ha ido acumulando. Hemos visto una marcada caída en el crecimiento y un desplome de muchas de las divisas. La flexibilización cambiaria ha ayudado pero la deuda externa en dólares pesa mucho más. Además nos encontramos en una situación donde las materias primas han colapsado y de forma persistente. En estas condiciones, veremos importantes problemas de solvencia, tanto a nivel soberano como a nivel privado.
 
-Entonces, ¿aumentarán los impagos soberanos?
 
-Como hemos visto en España, en Irlanda y en USA, el problema es que esta deuda privada acaba por convertirse en deuda pública y es entonces cuando históricamente el contexto invita al aumento en los impagos y las quiebras. Al contrario que en la crisis de los emergentes de los años'80, que estuvo incentivada por una subida de tipos iniciada por Paul Volcker en el '79, en estos momentos los bancos centrales mundiales mantienen una política monetaria ultraacomodaticia. La primera subida de tipos de la Reserva Federal no es nada con lo que se vivió por aquel entonces. Sin embargo, en estos momentos, la incertidumbre en China es un nuevo elemento desestabilizador enorme para los emergentes.
 
-¿Cómo afectarán las dudas sobre el gigante asiático a los emergentes?
 
-Si bien muchas métricas sobre la deuda de los emergentes no parecen alarmantes en el sentido histórico, existe otro tipo de deuda escondida relacionada con China y mayoritariamente denominada en dólares que no se da a conocer y complica extremadamente la situación. No todos los colapsos de flujo de capital acaban en un impago pero buena parte de los impagos soberanos llegan precedidos de una burbuja en los flujos de capital.
 
-¿De qué países hablamos?
 
-Algunos productores de petróleo como Venezuela, Nigeria e incluso países de Oriente Medio. Todos tenían niveles de reservas muy grandes, pero ahora reina la incertidumbre sobre la magnitud de monedas que quedan. En el caso de Brasil, no veo un impago a corto plazo, pero si la economía continúa en recesión y las condiciones internas no mejoran, la oleada de quiebras en el sector privado debilitará las finanzas públicas. Otro país muy preocupante es Ecuador, donde la financiación china era fundamental. Tampoco debemos pasar por alto a algunos países de África subsahariana, que ya cuentan con importantes retrasos con sus acreedores oficiales.
 
-¿Considera la deuda soberana de China como un problema para la economía mundial?
 
-China es el elefante en el bazar. No tiene un problema a nivel soberano, pero las provincias y muchas de sus empresas cuentan con un apalancamiento interno descomunal. Durante el boom, muchas de estas provincias se financiaron con deuda a corto plazo y altos intereses para financiar proyectos de inversión que han acabo por convertirse en verdaderos dinosaurios. Esa deuda ya se está reestructurando. Este contexto no se daba en los emergentes desde los años '80.
 
-¿Cree que China sufrirá un 'aterrizaje de emergencia'?
 
-China ya se encuentra en pleno aterrizaje forzoso de su economía. El problema chino siempre estuvo ahí, pero cuando el país crecía a doble dígito nadie le prestaba atención a la precisión de las cifras. Ahora muchos se preocupan de si el país crece a un 6% o a un 7%, cuando los números siempre han sido difíciles de creer. Lo que sí sabemos, y es importante, es que China todavía es un país muy manufacturero, pese a la reestructuración en curso, y tiene un problema de sobrevaloración en su divisa. Las divisas de Corea del Sur, Malasia e Indonesia se han devaluado enormemente frente al yuan. Las divisas emergentes, salvo el yuan y aquellas atadas al dólar han sufrido una caída brutal. El haber estado atado al dólar en estas circunstancias ha sido una fuente de debilidad para el sector manufacturero chino que no se debe subestimar.
 
-¿Arrastrarán China y los emergentes a la economía global a un frenazo o incluso una recesión mundial?
 
-En los '80, los emergentes, China incluida, contabilizaban cerca del 36% del PIB mundial y ahora suponen un 60%, por lo que el impacto global es mucho mayor en estos momentos. La crisis que sufren los emergentes no ha culminado todavía. El histórico boom de inversión chino ha dejado una herencia de sobreinversión. Esto no es una corrección de inventarios, que pueden solventarse mucho más rápido, sino de inversión fija, donde el ajuste suele demorarse mucho más tiempo. El ajuste en China hasta ahora ha sido mínimo y los problemas de sobreinversión, la sobrevaloración de su divisa y los problemas de deuda internos persistirán. Esta incertidumbre dañará a otras economías como USA.
 
-¿Pese a no tener una exposición directa?
 
-USA no tiene exposición financiera directa, pero sufre el impacto adverso de una sobrevaloración sostenida del dólar en el crecimiento. No hablo necesariamente de una recesión, pero con debilidad en los emergentes, liderados por China, y con USA tenemos ya una parte sustancial de la economía global. Mi escenario base es un periodo muy largo y persistente de una economía mundial que crecerá tímidamente y muy por debajo de su potencial.