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El Brent tocó su mínimo en 12 años luego de que el régimen anunciara un aumento en sus exportaciones de crudo; hay riesgo de una guerra de precios
TNS LATAM 
 
LONDRES.- Irán está de vuelta. El barril de petróleo tocó ayer su valor más bajo en 12 años tras el levantamiento de las sanciones internacionales a Teherán, que anunció sus planes de elevar rápidamente sus exportaciones de crudo en un mercado ya sobreabastecido.
 
Luego de una caída de un 6% el viernes, el barril de petróleo Brent, referencia del mercado Europeo, llegó a negociarse en Asia a 27,67 dólares en los contratos para entrega en marzo. La última vez que había cerrado por debajo de los 28 dólares fue en noviembre de 2003. En Nueva York, el barril WTI para entrega en febrero se pagaba a 29,03 dólares, 39 centavos menos que el viernes.
 
Tal y como se preveía, Irán anunció ayer un aumento de su producción de petróleo. "Con el levantamiento de las sanciones, Irán tiene la capacidad de aumentar su producción en 500.000 barriles diarios y hoy ha ordenado hacerlo", afirmó en un comunicado el presidente de la Compañía Nacional Iraní de Petróleo, Rokneddin Javadi.
 
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Las nuevas exportaciones de Irán llegarán en un momento en que los mercados ya están saturados con una sobreoferta crónica, porque los productores extraen un millón más de barriles al día de los que se consumen, lo que ha provocado una baja de los precios de más de un 75% desde mediados de 2014 y de un 25% desde que comenzó el año.
 
Y si bien los analistas esperan que a Irán le tome un tiempo ser capaz de recuperar completamente su infraestructura de exportación, que ha soportado años de bajas inversiones por las sanciones, tiene una docena de supertanqueros llenos y con su carga lista para ser vendida.
 
udesa En resumen, la caída de los precios se "debió al levantamiento de las sanciones occidentales contra Irán. El reinicio de las exportaciones iraníes de crudo implica un agravamiento de la situación de sobreabundancia", afirmó Daniel Ang, analista de Phillip Futures.
 
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) certificó el sábado el cumplimiento de los acuerdos contraídos en julio de 2015 por Irán para limitar su programa nuclear a usos exclusivamente civiles. Esa convalidación llevó al levantamiento de las sanciones económicas y financieras aplicadas por la Unión Europea (UE), Estados Unidos y la ONU contra la república islámica. Las sanciones asfixiaban la economía de esta potencia regional miembro de la OPEP, que dispone de las cuartas reservas mundiales de petróleo y de las segundas de gas.
 
El derrumbe del crudo tiene un fuerte impacto en países productores y en los mercados mundiales.
 
Así, el grupo anglo-holandés Shell anunció ayer su retiro del proyecto gasífero Bab, de Abu Dhabi, "incompatible con la estrategia de la empresa, particularmente en el clima económico que prevalece en el sector energético", según explicó en un comunicado. Y en Rusia, un país con fuerte dependencia de sus exportaciones de hidrocarburos, el rublo se negociaba en sus mínimos frente al dólar en más de un año.
 
La sobreabundancia de petróleo se debe en parte a la desaceleración de grandes economías, empezando por la de China. Pero también a la guerra de precios con la que sobre todo Arabia Saudita, enemigo de Irán, quiere defender su cuota de mercado. Esa guerra de precios se dirige sobre todo contra productores emergentes de Estados Unidos que han aumentado la extracción mediante la controvertida tecnología del fracking. Pero también otros grandes países extractores como Rusia o Canadá colocan cada vez más petróleo en el mercado. Todo ello ha hecho caer el precio del crudo en los mercados internacionales a su nivel más bajo en más de 12 años. En estos momentos el barril se sitúa por debajo de los 30 dólares, frente a los 110 dólares que costaba por ejemplo a mediados de 2014.
 
En un informe difundido ayer, la OPEP dijo que prevé un retorno al equilibro del mercado petrolero en 2016, debido a un recorte de la producción de sus competidores afectados por la política de baja de precios impulsada por el cartel.
 
A pesar de que Irán y Arabia Saudita son miembros de la OPEP, las diferencias geopolíticas entre el reino sunnita y el régimen chiita los convirtió en rivales en el campo del petróleo. Esas diferencias se agudizaron más por la intervención de ambos países en conflictos sectarios en países como Yemen y Siria.
 
La mayoría de los observadores creen que la reciente escalada de tensión entre Riad y Teherán podría poner en peligro aún más las posibilidades de que los miembros de la OPEP se pongan de acuerdo para limitar su producción. Arabia Saudita, que contribuye con 10,4 millones de barriles por día al suministro de crudo del mundo, está decidida a no cederle terreno a su rival.
 
"Irán va a vender su petróleo más barato para atraer a nuevos clientes y esto podría dar la campana de largada a una nueva guerra de precios con otros miembros de la OPEP", dijo Fawad Razaqzada, analista de Forex.com.
 
En el plano diplomático, Irán denunció ayer las nuevas sanciones estadounidenses contra su programa balístico. Esas medidas tienen sin embargo una magnitud muy limitada: cinco ciudadanos iraníes y una red de empresas basadas en los Emiratos Árabes Unidos y China fueron agregados a la lista negra financiera de Estados Unidos, anunció la Secretaría del Tesoro en Washington.
 
El mercado global, inundado por el oro negro
 
25%
 
Depreciación
 
Es lo que se ha hundido el precio del barril desde mediados de 2014
 
500.000
 
Barriles iraníes
 
Desde ayer, Teherán volcó al mercado mundial esa cantidad de crudo, lo que elevó la oferta del fluido
 
10,4
 
Millones
 
Son los barriles diarios con los que Arabia Saudita inunda el mercado global
 
1.000.000
 
De barriles
 
Es el excedente extraído por día por los países productores de petróleo
 
El desplome gradual del valor del crudo
 
En 2008 tocó los US$ 141 por barril; ayer se vendió en Asia a 27,6
 
El jefe del OIEA visitó Teherán
 
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) insistió ayer en que Irán debe mantener el nivel de transparencia y colaboración sobre su programa nuclear, que permitió la aplicación de un histórico acuerdo que dificulta el desarrollo de armas atómicas a cambio del levantamiento de sanciones. "Se ha trabajado mucho para llegar a donde estamos ahora. Un esfuerzo similar y sostenible será necesario en el futuro", dijo en un comunicado el director general del OIEA, Yukiya Amano.
 
El jefe de la agencia nuclear de la ONU se reunió ayer en Teherán con Ali Akbar Salehi, un halcón en el liderazgo iraní y jefe del programa nuclear, para debatir el papel del OIEA en la verificación de los compromisos aceptados por Irán en el pacto nuclear. La reunión sirvió para acordar un fortalecimiento de la cooperación entre Irán y el OIEA. "Tenemos que mantener el ritmo", dijo Amano, que insistió en que las relaciones entre el OIEA e Irán entraron en una "nueva fase".