El proyecto, con una potencia de 29,04 kW, se inició en 2018 y constó de tres fases, culminando con una modernización para integrar baterías de litio y un generador diésel mediante tecnología Victron.
En 2018, una propiedad ubicada en Engenheiro Marsilac, una zona rural al sur de São Paulo, implementó un sistema fotovoltaico trifásico con una potencia total de 29,04 kWp, baterías de almacenamiento e integración con un generador diésel. El proyecto fue liderado por el ingeniero eléctrico Oscar Makoto Kojima, embajador de Victron en Brasil, y se desarrolló en tres fases para satisfacer las necesidades del cliente: reducir las facturas de electricidad y minimizar el consumo de diésel en una zona con suministro eléctrico inestable.

“Una sola lluvia intensa puede provocar un apagón. El cliente vio en la energía solar una forma de ahorrar tanto en la factura de la luz como en el consumo de diésel durante los cortes de luz. Con el paso de los años, siguió invirtiendo en tecnología fotovoltaica para lograr la autosuficiencia del sistema, y ​​la tercera fase se completó hace unos meses”, explica Kojima.

Fase 1: Reducción de la factura de la luz y generación conectada a la red

En la fase inicial, el objetivo del cliente era reducir el consumo mensual en aproximadamente 3000 kWh, debido al uso de frigoríficos, congeladores, enfriadores verticales de cerveza, cámaras de seguridad e internet, habituales en reuniones familiares. Para conseguirlo, se instalaron dos inversores Fronius Symo Brasil de 12 kW y 88 módulos solares canadienses de 330 W, fijados a una estructura construida por el propio cliente, propietario de una empresa de estructuras metálicas.

“Su consumo rondaba los 3000 kilovatios-hora porque tenía un refrigerador, un congelador vertical, cámaras de seguridad e internet. En aquel entonces, organizaba muchas fiestas para familiares y amigos. Por eso quería reducir su factura de electricidad”, explica Kojima.

Fase 2: Integración con baterías y generador diésel

Conscientes del elevado coste operativo del generador diésel, en la segunda fase se priorizó una mayor autonomía y eficiencia energética. Se instalaron tres inversores Victron de 5 kVA (uno por fase) y dos baterías BYD B-Box de 10,24 kWh, con una capacidad de almacenamiento total de 20,48 kWh. La integración inicial con el generador se realizó mediante contactores, que lo activaban cuando las baterías se agotaban. Actualmente, el inversor Victron gestiona directamente la activación del generador.

“En aquel entonces, Victron ya hacía lo que hacen hoy los inversores híbridos, pero usábamos un sistema de contactores para asegurar que el generador arrancara cuando fuera necesario. Ahora, Victron puede hacerlo todo automáticamente, integrando la red eléctrica, los sistemas fotovoltaicos, las baterías y el generador”, comenta el ingeniero.

Fase 3: Optimización de la carga de las baterías

Recientemente, el proyecto avanzó a la tercera fase: la incorporación de nueve paneles solares Jinko de 475 W con el controlador de carga MPPT 150/60 independiente de Victron, capaz de cargar directamente las baterías incluso durante largos periodos sin suministro eléctrico. Cuando el nivel de carga alcanza entre el 6 % y el 8 %, el inversor Victron reinicia el inversor Fronius, reanudando la generación y permitiendo la desconexión del generador diésel.

“Cuando hay varios días sin suministro eléctrico, el inversor Fronius no puede cargar las baterías si alcanzan aproximadamente el 5 %. Por eso añadimos estos nueve paneles que funcionan de forma independiente y permiten que el sistema vuelva a funcionar sin depender del generador”, explica Kojima.

Modernización y colaboración Victron-Fronius

Este proyecto ejemplifica una modernización en la que el sistema original conectado a la red se transformó en un sistema híbrido mediante la incorporación de equipos Victron. La compatibilidad entre Victron y Fronius permite la comunicación entre inversores, lo que garantiza que Victron gestione la generación de energía y optimice la carga de las baterías.

«Este tipo de integración permite que el sistema se convierta en híbrido sin necesidad de reemplazar el Fronius. La colaboración global entre Fronius y Victron garantiza que se comuniquen y trabajen conjuntamente de forma eficiente», afirma Kojima.

Perspectivas y lecciones para integradores

Proyectos como este demuestran el potencial de la energía solar combinada con sistemas de almacenamiento e integración con generadores para zonas rurales y áreas con suministro eléctrico inestable. Además de reducir costes, aumentan la autonomía energética y la seguridad del lugar. Según Kojima, este modelo se puede replicar en viviendas, propiedades rurales e incluso instalaciones comerciales e industriales que sufren problemas de calidad del suministro eléctrico.

“Es un proyecto que comenzó a pequeña escala en 2018 y evolucionó por fases, demostrando que es posible adaptar los sistemas existentes, reducir el consumo de diésel y ganar autonomía. Este tipo de solución será cada vez más relevante para los clientes de regiones remotas”, concluye el ingeniero.

Fuente: PV Magazine