El biodiésel y el diésel coprocesado compiten por espacio en la COP30; la cumbre será un escaparate para soluciones de transporte.
La batalla entre el biodiésel y el diésel coprocesado ha vuelto. Esta vez, el tema central es la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), programada para noviembre en Belém, Pará.

Entre bastidores, se debate qué combustible se utilizará para los autobuses que transportarán a los miles de delegados y observadores que transitarán por la capital de Pará durante la cumbre.

El miércoles (15), la directora de Asuntos Corporativos de Petrobras, Clarice Coppetti, anunció que la empresa estatal está cerrando un acuerdo para suministrar combustible renovable para la cumbre, pero no entró en detalles.

"Estamos cerrando un acuerdo para suministrar combustible renovable para la COP30", declaró durante la inauguración de la Reunión Global sobre Empresas Estatales y Acción Climática. (Estadão)

La empresa estatal produce diésel a partir del coprocesamiento de petróleo con aceites vegetales en la Refinería Presidente Getúlio Vargas (Repar) en Paraná, con un contenido renovable de entre el 5% y el 10%. El producto se vende a empresas con flota propia, como Vale.

Por otro lado, se encuentran los productores de biodiésel, quienes en agosto presentaron una propuesta al Enviado Especial para la Agricultura, Roberto Rodrigues, para permitir el uso de combustible 100% renovable (B100) en generadores estacionarios y B25 (25% de biodiésel) en el transporte público durante la organización, ejecución y desmontaje de la conferencia.

La Casa Civil afirma que "el combustible que se utilizará está en proceso de análisis técnico". Sin embargo, fuentes involucradas en el asunto informaron a Agência Axis que el gobierno ya ha mostrado su preferencia por el combustible coprocesado, que tiene un mayor contenido de combustibles fósiles.

La oficina de prensa de Petrobras no había respondido a las preguntas enviadas por correo electrónico al cierre de esta edición. El espacio permanece abierto.

Biocombustibles en el escaparate. Desde autobuses eléctricos hasta embarcaciones propulsadas por hidrógeno, la COP30 es un escaparate competitivo para que la industria brasileña presente sus soluciones para la transición climática y energética.

En el sector del transporte, existen numerosas alternativas, y la industria de los biocombustibles quiere asegurar que el evento internacional represente una nueva era para la energía rural.

Un ejemplo de ello es la colaboración que resultó en un compromiso, formalizado el martes (14/10), por parte de Brasil de cuadruplicar la producción y el uso de combustibles sostenibles para 2035. La intención es obtener apoyo desde ahora hasta Belém.

Asociaciones de biocombustibles como Unica (etanol) y Abiogás (biometano), así como fabricantes de automóviles, también están organizando un espacio en la Zona Azul, donde se llevan a cabo las negociaciones, llamado Transporte Sostenible Brasileño, para difundir información sobre el sector.

Al mismo tiempo, los fabricantes de automóviles están preparando acciones para promover vehículos pesados ​​impulsados ​​con biometano y automóviles híbridos impulsados ​​con etanol, siguiendo una fórmula implementada en 2024, cuando Brasil presidió el G20.

Fuente: AXLES