Los distribuidores brasileños de combustible podrían incluso intentar priorizar la compra de productos petrolíferos de otros países, como Estados Unidos, para evitar las sanciones arancelarias prometidas por el gobierno estadounidense y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a quienes comercian con Rusia.
Sin embargo, la importación de diésel y gasolina rusos seguirá siendo necesaria, según Sérgio Araújo, presidente ejecutivo de la Asociación Brasileña de Importadores de Combustibles (Abicom).

"Si la situación evoluciona hasta el punto de que Brasil pague impuestos por mantener relaciones comerciales con Rusia, Brasil seguirá comprando productos rusos. Los productos petrolíferos producidos por las refinerías rusas son esenciales para satisfacer la demanda mundial. No es tan sencillo retirarlos del mercado y encontrar proveedores alternativos con la misma capacidad de volumen", afirma.

El presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha estado implementando aumentos arancelarios contra varios países desde el 6 de julio por diversas razones, anunció el lunes 14 que impondrá aranceles del 100 % a Rusia si no se alcanza un acuerdo de paz con Ucrania en un plazo de 50 días.

El martes 15, el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, declaró que países como Brasil, China e India también podrían enfrentar aranceles del 100% como sanción secundaria por hacer negocios con Rusia, país ya sancionado por Estados Unidos.

Brasil Importa Gasolina y Diésel

Estas amenazas son alarmantes, ya que Brasil importa entre el 20% y el 30% de su diésel y entre el 5% y el 10% de su gasolina. Desde 2022, al no poder vender a Europa, Rusia ha estado ofreciendo descuentos en sus productos y ganando terreno en las exportaciones de gasolina a Brasil.

Entre enero y junio de 2025, las compras de gasolina rusa representaron el 39,1% del total de Brasil. Estados Unidos ocupa el segundo lugar (32,8%), según StoneX, una consultora basada en datos gubernamentales.

Bruno Cordeiro, analista de Inteligencia de Mercado de StoneX, señala que "el mercado es más escéptico ante la posibilidad de que se confirmen las medidas de Trump", pero si eso sucede, una posible vía para los importadores sería buscar otro mercado, en este caso Estados Unidos.

La compra de derivados estadounidenses ha cobrado mayor relevancia con la caída de los precios del petróleo desde principios de año, lo que reduce el principal diferencial ruso.

"Brasil tiene muy poca exposición al petróleo ruso, pero en cuanto a derivados y fertilizantes, la situación es más preocupante. Si se imponen sanciones secundarias, podríamos observar una mayor afluencia de productos estadounidenses y de Oriente Medio como forma de evitar sanciones y castigos por la internalización de productos rusos. Sin embargo, aún no está claro cómo se aplicarían las sanciones secundarias, es decir, si afectarían a las empresas o solo al país", afirma.

Araújo, de Abicom, considera que el mercado estadounidense también presenta obstáculos potenciales.

Los países de la Unión Europea no compran productos de Rusia, sino de Estados Unidos. Al mismo tiempo, si se implementan los aranceles del 50% prometidos a Brasil la semana pasada y Brasil toma represalias, gran parte del diésel y la gasolina importados por empresas brasileñas se encarecerá. Este aumento de costos probablemente provocaría la búsqueda de otros proveedores.

Frederico Nobre, gestor de inversiones de Warren, comparte esta opinión: "Históricamente, Brasil importaba mucho diésel de la Costa del Golfo de Estados Unidos, pero eso podría volverse inviable si no se hace una excepción al arancel del 50% [que Estados Unidos promete aplicar a Brasil a partir del 1 de agosto]. Como alternativa, tenemos a la propia Petrobras, que posee la mayor cuota de mercado", afirma.

Mercados Alternativos

Araújo cree que los mercados de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait podrían proporcionar una respuesta parcial a la demanda brasileña. Al mismo tiempo, la empresa estatal brasileña tendría dificultades para satisfacer la demanda que Rusia actualmente abastece, de al menos 1 millón de metros cúbicos de diésel al mes.

Además, si se confirma el escenario del impuesto a la importación, el precio sería mucho mayor que el precio actual de la empresa, que está por debajo de la paridad de importación, enfatiza. "Es necesario que la situación se calme para ver exactamente cuáles serán los impactos, pero por ahora, la evaluación predominante es que el panorama actual no se materializará plenamente", añade.

Entre los distribuidores, Vibra parece ser el mayor importador de diésel ruso y podría ser el más afectado si Brasil se convierte en blanco de sanciones secundarias, evalúa João Abdouni, analista de Levante Inside Corp. Raízen y Ultrapar aparecen en un segundo grupo. Sin embargo, el experto considera que los efectos en estas empresas son bastante limitados.

"Existe un malestar en este momento que podría llevar a una pérdida de margen si los distribuidores no pueden depender del diésel ruso, pero las medidas son "Los rifles son inofensivos para las materias primas. Si no es posible negociar con un país, estas empresas buscan otras vías. Veo un impacto muy pequeño en el margen de Vibra", concluye.

Fuente: Estadão