Estados Unidos aplica un impuesto del 2,5% al etanol brasileño, mientras que Brasil cobra un 18% al producto americano.
El gobierno estadounidense afirma que en 2024 el país importó más de 200 millones de dólares de etanol de Brasil, mientras exportaba 52 millones de dólares al país.
La expectativa es que las eventuales negociaciones se lleven a cabo a partir de ahora a nivel gubernamental.
El tema también involucra las exportaciones de azúcar de Brasil a EE.UU., que, según datos del Ministerio de Minas y Energía, tienen una tasa superior al 80%.
Para el ministro Alexandre Silveira, un plan recíproco debería implicar la reducción de los aranceles sobre el azúcar brasileño. (CNN Brasil).
El vicepresidente y ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, Geraldo Alckmin, dijo a los periodistas que el gobierno seguirá el camino del diálogo y reforzó que los países tienen una balanza comercial equilibrada.
“El camino del comercio exterior es beneficioso para todos. Reciprocidad no es igualdad de tarifas, es vender más donde es menos competitivo; donde sea menos competitivo, compre”, dijo.
La advertencia de que los biocombustibles brasileños estaban en el punto de mira de Trump fue hecha por un director de Raízen a la embajada en Washington el miércoles (12), según una investigación de Folha de São Paulo.
Bioenergia Brasil, entidad que agrupa a 15 asociaciones del sector sucroenergético, afirma que el flujo de etanol se produce porque el combustible nacional tiene una menor huella de carbono.
La Confederación Nacional de la Industria recordó que EE.UU. tuvo un superávit de 58.300 millones de dólares en comercio de bienes y servicios con Brasil entre 2019 y 2024.
Brasil y Estados Unidos son los mayores productores de etanol del mundo; el biocombustible norteamericano se produce a partir de maíz. El nacional proviene de la caña de azúcar, con una reciente expansión también del maíz.
El debate dura más de una década: en 2010, Brasil liberó una cuota anual de importación libre de aranceles de 600 millones de litros.
En 2019, la cuota ascendió a 750 millones de litros, durante el gobierno de Jair Bolsonaro, que coincidió con el primer mandato de Trump.
Sin embargo, desde agosto de 2020 las cuotas dejaron de existir, en respuesta a un pedido de la industria nacional.
Fuente: ejes