Las centrales hidroeléctricas siguen siendo fundamentales para la seguridad y sostenibilidad del sistema, especialmente en un escenario de descarbonización y modernización, escribe Marisete Pereira
Desde que entró en funcionamiento la primera gran central hidroeléctrica de Brasil, hace más de 130 años, la fuente hídrica ha sido la base para el crecimiento sostenible del sistema eléctrico brasileño, representando durante años – y hasta hoy – el mayor porcentaje de potencial y generación de energía eléctrica del país.

Sin embargo, el escenario energético global y nacional ha experimentado profundas transformaciones, y el papel central de las centrales hidroeléctricas, también en la actualidad, necesita ser reevaluado a la luz de los nuevos desafíos y oportunidades que se presentan.

Con el desarrollo de tecnologías y el ingreso de nuevas fuentes de generación al sistema, el papel de las centrales hidroeléctricas ha cambiado, manteniendo, aunque de forma significativamente diferente, su labor principal de brindar seguridad operacional al sistema.

Nuestras centrales hidroeléctricas brindan confiabilidad, seguridad y flexibilidad al sistema eléctrico brasileño y seguridad hídrica para el país, apoyando de manera destacada y en gran medida el servicio de carga.

A modo de ejemplo, el 19 de enero de 2025 las centrales hidroeléctricas garantizaron el abastecimiento del 89% de la demanda eléctrica, con una rampa de 45 GW en promedio y una generación máxima de 79 GW en promedio, según datos del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS).

La relevancia de las centrales hidroeléctricas se ha renovado en el escenario internacional y nacional, especialmente en los debates que abordan la necesidad de soluciones sostenibles en el contexto de la transición energética, la descarbonización, la descentralización y la digitalización.

En este movimiento, merece destacarse la reciente agenda de la Empresa de Investigación Energética (EPE), que viene reconociendo y promoviendo públicamente el valor de las hidroeléctricas frente a los desafíos de la nueva matriz eléctrica brasileña.

En enero de 2025 se realizó un importante webinar denominado “Plantas Reversibles e Hidroeléctricas en Brasil”, en el que se lanzaron dos libros de estudio. El primero contiene un panorama del potencial de las centrales hidroeléctricas en Brasil, exploradas y aún no exploradas, en el que se abordaron los principales desafíos que enfrenta la fuente, especialmente en lo que respecta al licenciamiento ambiental.

El otro cuaderno trata sobre la inserción de plantas de bombeo/almacenamiento hidráulico en el país, presentando las perspectivas para el desarrollo de esta nueva tecnología. Además, cabe destacar el protagonismo de EPE en el también reciente avance histórico de incluir un producto hidroeléctrico en la Subasta de Reserva de Capacidad en Forma de Energía, a realizarse en junio de 2025.

Con base en el desarrollo de estudios y metodologías por parte de EPE, el Ministerio de Minas y Energía pudo avanzar con seguridad en el diseño de una subasta que, al contratar centrales hidroeléctricas, beneficiará enormemente la confiabilidad del sistema eléctrico y la razonabilidad de los costos futuros de la energía para los consumidores.

Después de todo, nuestro parque hidroeléctrico es, literalmente, lo que “mantiene los hilos” del sistema eléctrico brasileño.

Estas iniciativas, especialmente provenientes de organismos gubernamentales, son esenciales para garantizar que la fuente de agua sea (re)ubicada en una posición estratégica, especialmente en el contexto de expansión con nuevos activos y modernización de activos existentes.

De hecho, la fuente hídrica proporciona la mayoría de los servicios necesarios para la diversidad energética con operación segura y seguridad hídrica para el país, siendo el pilar para mantener a Brasil a la vanguardia de la transición energética.

Es importante que los poderes Ejecutivo y Legislativo también reconozcan y valoren estos atributos de las centrales hidroeléctricas, defendiendo la viabilidad de potenciales aún no explorados, combinando la responsabilidad socioambiental con la seguridad y la independencia energética.

Finalmente, cabe señalar que la matriz eléctrica brasileña ya es un ejemplo de liderazgo global en sostenibilidad, pero mantener ese protagonismo requerirá enfrentar desafíos complejos.

Por lo tanto, la energía hidroeléctrica, con su historia, atributos incomparables y potencial de expansión, seguirá desempeñando un papel vital en este camino. El futuro de la matriz energética brasileña dependerá de nuestra capacidad de innovar, adaptarnos y colaborar.

Marisete Dadald Pereira es presidenta de la Asociación Brasileña de Empresas Generadoras de Electricidad (Abrage).

Fuente: ejes