La transición energética en el mundo es uno de los temas centrales de la agenda de la cumbre del G20, efectuada en noviembre pasado, y lo será también en la COP30, que se celebrará el próximo año en Brasil, uno de los países líderes en energías limpias a nivel regional.
Al respecto, el nuevo estudio “Energía Verde en América Latina”, que realizó Broadminded, el centro de investigación de la agencia de comunicaciones Sherlock Communications, destaca el gran potencial de la región para liderar este proceso de transformación, presentando datos y perspectivas de expertos multidisciplinarios sobre el avance de las energías verdes.
Según el reporte, que reúne datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), el 60% de la electricidad de la región se genera a partir de energías renovables, lo que la sitúa como una de las redes eléctricas más limpias del mundo.
Países como Brasil, México y Chile están a la delantera. En efecto, la red en Chile es la segunda más limpia de Latinoamérica después de Brasil, y la agencia calcula que nuestro país aportará el 14% de la capacidad renovable para 2030.
Diversificación renovable
Si bien la mayoría de los países todavía dependen de una matriz energética predominantemente hidroeléctrica, el reporte señala que la región ha demostrado importantes avances en la diversificación de sus fuentes de energía limpia, especialmente la eólica y la solar.
Según datos de Ember, una organización sin fines de lucro que se dedica a realizar análisis profundos y confiables sobre la electricidad y los problemas climáticos, la capacidad instalada de energía eólica en Brasil ha crecido un 300% en los últimos 10 años, representando actualmente 95 GWh.
Por la misma línea, en Chile, el escenario es igualmente prometedor: el país registró un aumento de más del 1.300% en su capacidad solar, aprovechando el gran potencial del desierto de Atacama, que cuenta con algunos de los niveles más altos del mundo de energía solar.
Según W. Schreiner Parker, director gerente para Latinoamérica de la empresa de inteligencia energética Rystad Energy, estas naciones están invirtiendo en energía eólica y solar para impulsar sus propios sectores y explorar oportunidades de exportación como el hidrógeno verde.
“Latinoamérica, especialmente Brasil y Chile, podrían convertirse en importantes exportadores de esta vital fuente de energía. Pero el éxito de la región dependerá de sortear las complejidades regulatorias, asegurar una financiación adecuada y equilibrar el distanciamiento de la generación de ingresos por combustibles fósiles y las nuevas oportunidades para las exportaciones de energía verde”, afirmó el experto.
Principales desafíos
Aunque la región avanza hacia el liderazgo en la transición energética global, los expertos entrevistados por Broadminded señalan que aún enfrenta considerables desafíos estructurales para fortalecer su posición en los próximos años.
El principal reto, común a la mayoría de los países latinoamericanos, es definir estrategias de financiamiento para proyectos de infraestructura, que son esenciales para la transmisión y almacenamiento de energía. Al respecto, la subdirectora de Campañas de Greenpeace Chile, Estefanía González, destaca la necesidad de introducir mejoras: “Hemos tenido períodos en los últimos tres a cinco años donde se ha perdido el 40% de la producción de energía renovable”.
Por otro lado, la estabilidad macroeconómica y política son factores determinantes en el avance de la energía verde en algunas naciones, como Argentina y Perú, donde estos elementos son fundamentales para atraer y mantener la inversión en el sector.
“Si bien Latinoamérica es líder mundial en energías renovables, existen varios desafíos. Superarlos es crucial para que la región mantenga y amplíe su papel de liderazgo en nuestra transición hacia un modelo energético más sostenible y resiliente”, afirmó Patrick O’Neill, socio director de Sherlock Communications.
Fuente: EI