El Consejo Nacional de Política Energética (CNPE) aprobó, en reunión de este martes (12/10), la resolución que establece el establecimiento de objetivos mínimos para el uso de aceites y grasas residuales en la producción de biodiesel, diésel verde y combustible de aviación sostenible (SAF).

Con la medida, el uso del aceite de cocina utilizado en la producción de biocombustibles pasa a ser de interés para la Política Energética Nacional. Además del aceite para freír, las grasas residuales se pueden obtener del sebo animal e incluso de aguas residuales.

Según Silveira, la resolución contribuye a mitigar un problema ambiental urbano, que es la eliminación inadecuada del aceite usado. “Esta medida es fundamental para ampliar la disponibilidad de materias primas bajas en carbono para la producción de biocombustibles en nuestro país”, afirmó.

Las metas se definirán posteriormente, a través de una orden interministerial del Ministerio de Minas y Energía (MME) en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático (MMA), luego de elaborar un Análisis de Impacto Regulatorio (AIR).

La implementación de la medida, sin embargo, depende de la creación de un programa eficiente de logística inversa. Ya existen en varias ciudades de Brasil iniciativas de logística inversa destinadas a fabricar jabón a partir de aceite usado.

La eliminación inadecuada del aceite de cocina usado en el sistema de alcantarillado o en el suelo provoca impactos ambientales y contaminación de los recursos hídricos. La práctica irregular añade costos al tratamiento de aguas residuales y aumenta el riesgo de desbordes e inundaciones debido a las tuberías bloqueadas.

Fuente: Ejes