La energía solar, el hidrógeno y la biorefinación tienden a ganar más atención en el nuevo gobierno
RÍO – La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones norteamericanas genera cierta incertidumbre sobre la continuidad de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), con su paquete de subsidios para impulsar las inversiones en energías limpias y proyectos verdes en Estados Unidos.

Para Raphael Faucz, vicepresidente de Rystad Energy, uno de los puntos más probables de revisión de la nueva política durante la administración Trump pasa por los incentivos fiscales para los vehículos eléctricos y los parques eólicos.

Uno de ellos es el artículo 30B del IRA, que actualmente destina alrededor de 3.000 millones de dólares anuales en incentivos a la industria de los vehículos eléctricos, a pesar del gran apoyo de Elon Musk –propietario de Tesla– a la campaña de Donald Trump.

"Incluso con toda la influencia de Elon Musk, que sin duda tendrá durante los próximos cuatro años, seguimos pensando que uno de los puntos del IRA que se revisará con una probabilidad relativamente alta son los incentivos para los vehículos eléctricos", afirma Faucz. .

El ejecutivo participó este lunes (11/11) del primer directo de la serie Diálogos de Transición 2024, que seguirá los principales debates del sector energético en la COP29.

Solar, hidrógeno y biorrefinación

Además de los vehículos eléctricos, Faucz señala que los incentivos a la energía eólica también pueden estar en riesgo en el nuevo gobierno, que debería priorizar el desarrollo de otras fuentes como la solar y el hidrógeno.

Faucz recuerda que muchos estados históricamente republicanos se han beneficiado significativamente de estos incentivos, como es el caso de los proyectos de hidrógeno azul, principalmente en Texas, y de las biorrefinerías, en Luisiana, lo que debería hacer que la administración Trump busque con más atención algunas subvenciones.

“Estos beneficios ya llegan a gran parte del electorado de Trump, ya sea directa o indirectamente, a través de sus gobernadores”, afirma.

"El hidrógeno y los combustibles limpios, en particular, deberían ser los más resilientes en el IRA de ahora en adelante y es poco probable que [las políticas] sean revisadas".

Faucz también cree que los estados y ciudades seguirán movilizándose para recibir inversión del sector privado en proyectos de transición energética, a pesar de la posición de la administración Trump.

“La decisión final la acaba tomando el sector privado, no sólo desde el punto de vista de si es mejor o no para el medio ambiente, sino económicamente. Varios de estos proyectos son financieramente económicos y, desde este punto de vista, seguimos siendo relativamente optimistas”.

Pese a ello, Faucz cita una encuesta de Rystad Energy que proyecta una caída anual de hasta 80 mil millones de dólares en inversiones en los segmentos de tecnologías verdes y proyectos de transición energética en 2030, siendo Estados Unidos el responsable directo de una caída de entre 30 y 30 dólares. 40 mil millones.

Oportunidad para China

El ejecutivo destaca que en caso de una postura más aislacionista de EE.UU., como ha indicado el presidente electo, los países del Sur Global podrían ganar más relevancia en la agenda climática.

“Esto realmente abre un espacio para que estos países –entre ellos, principalmente China, India y Brasil– tengan participación en este juego de mesa global”, analiza.

“Habrá una lucha interesante para que China se posicione como líder global también en la discusión sobre la transición energética y la financiación del fondo verde global para ello. Y podría abrazar un poco este caso para ganar poder blando también sobre Estados Unidos”, añade.

Fuente: ejes