Según el reciente informe de Promigas, estos incrementos previstos son significativamente menores en comparación con los costos asociados a prescindir de dicho gas. Pero advierte que de no contratar gas importado a largo plazo y recurrir al mercado spot, las alzas en las facturas llegarían al 32%.
Los gremios del sector energético han venido alertando que no hay suficiente gas natural local disponible para la venta que permita atender la totalidad de la demanda de hogares, comercios, vehículos e industrias, a partir del 2025.

Esto, puesto que el Gestor del Mercado de Gas Natural estima que las necesidades de contratación de gas en firme para el próximo año están alrededor de los 120 Gbtud (Giga BTU por día), pero la cantidad disponible para la venta sería de apenas 43,5 Gbtud.

Por la anterior situación, en la más reciente edición del Informe del Sector Gas Natural en Colombia, publicado ayer, Promigas le hizo un llamado al Gobierno Nacional a reactivar la asignación de nuevos contratos de exploración, y adoptar medidas para facilitar el desarrollo de los proyectos en curso, con especial énfasis en los ubicados costa afuera.

Llamado a no reemplazar el gas Si bien Colombia apuesta cada vez más por una economía descarbonizada en la que sus matrices energéticas provengan de recursos renovables, dado el menor impacto en el medio ambiente, la transición hacia esa meta no es fácil ni rápida y requiere de una planificación bastante cuidadosa.

De esta manera, para Promigas, una transición desordenada, en donde se sustituya la demanda de gas natural por alternativas como el hidrógeno y el biometano, le implicaría al país un costo estimado de aproximadamente 390 billones de pesos, equivalentes a 20 reformas tributarias de 2022.

La compañía reconoce que en el largo plazo estas alternativas serán claves para la descarbonización, pero actualmente su implementación a gran escala es técnica y económicamente inviable para el país.

“En Colombia tenemos el deber de aprovechar los recursos y no renunciar a una transición energética ordenada (...) El gas natural genera menos gases de efecto invernadero (1% del total que emiten los demás sectores) y cada vez que conectamos un hogar al servicio de gas natural, está dejando la leña y el GLP. Ambos son más costosos y ahí estamos contribuyendo no solo a la economía de ellos sino también a la salud y el ambiente”, expresó Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas.

Fuente: El Colombiano