El establecimiento de una escalera para el aumento gradual de la mezcla de biodiesel y diesel fósil, según el sustituto del diputado federal Arnaldo Jardim (Cidadania-SP) al proyecto de ley conocido como Combustible del Futuro, generó una reacción en alas del gobierno federal. El texto final, que podría ser votado en la Cámara la próxima semana, debe sufrir modificaciones para buscar el consenso entre las partes interesadas.
La principal resistencia es del Ministerio de Minas y Energía. El Ministerio no quiere perder su poder de decisión sobre los niveles de mezcla, que actualmente son definidos por el Consejo Nacional de Política Energética (CNPE), presidido por el ministro Alexandre Silveira.
El texto de Jardim prevé un aumento de un punto porcentual por año, de 2025 a 2030, período en el que la adición de biocombustibles aumentará del 15% al 20%. La propuesta también eleva el techo de mezcla al 25%, a partir de 2031. El MME está de acuerdo con el nuevo límite propuesto por el ministro, pero quiere mantener la autonomía a la hora de definir los porcentajes de mezcla sin imponer estos porcentajes por ley.
Jardim incluyó en el texto que el CNPE podrá aumentar o reducir el mix actual en dos puntos porcentuales en caso de "razones justificadas de interés público". La medida, sin embargo, no fue suficiente para cumplir con las intenciones del ministerio.
Una alternativa que se estudia es fijar un porcentaje mínimo y máximo de mezcla de biodiesel a alcanzar. Con esto, el CNPE podría promover aumentos o reducciones en la adición de biocombustibles dentro de esta "ventana".
Por parte del Ministerio de Finanzas, la preocupación gira en torno a la adecuación fiscal sugerida en el texto para que las plantas productoras de biocombustibles puedan compensar los créditos fiscales del PIS y Cofins para reducir otros impuestos federales.
Fuente: Globo Rural