El informe fue hecho a la junta directiva el viernes pasado (29).
Sin embargo, los precios del gas para cocinar y el diesel estarían en línea con el escenario mundial, dijo la junta.
Al colegiado, el presidente de Petrobras, Jean Paul Prates, dijo que la empresa ya no está comprometida con seguir la política de paridad internacional desde la aprobación de las nuevas directrices de precios, en mayo.
Prates tampoco explicó si se corregirá este retraso y cuándo.
Según CNN, el área técnica de la empresa estatal recibió orientaciones informales de no subir los precios en este momento para evitar impactos en la inflación.
La instrucción habría venido del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Prates se reunió esta mañana con el presidente en el Palacio del Planalto. Según informaciones, en la reunión se trataron los trabajos de Petrobras en el nuevo Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) y no se entendió la distorsión de precios.
También estuvieron presentes los ministros Alexandre Silveira (Minas y Energía) y Rui Costa (Casa Civil).
En declaraciones al mercado la víspera, Petrobras no admitió la diferencia de precios entre el mercado nacional e internacional, que ya es señalada por la prensa y los importadores de combustibles.
La empresa estatal dijo que observa atentamente la evolución del mercado internacional y que "los posibles reajustes, cuando sea necesario, se harán con base en análisis técnicos e independientes".
Según cálculos de la Asociación Brasileña de Importadores de Combustibles (Abicom), la brecha es mucho mayor.
Esta mañana, la diferencia en el precio de la gasolina fue de 24%, mientras que la del diésel fue de 21%.
Esas diferencias ya duran 77 días y, según la entidad, hacen inviable las importaciones, que están siendo abastecidas por Petrobras.
En la práctica, la empresa registra una pérdida por comprar más caro en el mercado global y vender al precio practicado en Brasil.
Fuente: CNN